Investigan el robo a tres imágenes de la Virgen en la parroquia de Huelma
Manuel Quesada/José Rodríguez/Huelma/Jaén
Los huelmenses están indignados y sorprendidos por el robo en la parroquia de la Inmaculada Concepción. El cura lo denunció el miércoles y la Policía Judicial de la Guardia Civil ya ha visitado el templo para tratar de recoger pistas. Las únicas “víctimas” son las imágenes de la Virgen, que no tienen joyas.
Los huelmenses están indignados y sorprendidos por el robo en la parroquia de la Inmaculada Concepción. El cura lo denunció el miércoles y la Policía Judicial de la Guardia Civil ya ha visitado el templo para tratar de recoger pistas. Las únicas “víctimas” son las imágenes de la Virgen, que no tienen joyas.
Manuel García es el cura de la parroquia de la Inmaculada Concepción de Huelma. Fue destinado a esta comunidad hace quince meses y, el miércoles por la mañana, tuvo que “desayunarse” con un contratiempo nada baladí: el templo había sido asaltado. Lo descubrió, relata, por la mañana. La iglesia había estado sola desde las ocho y media de la tarde del miércoles y no fue hasta el día siguiente cuando se percató del delito. La entrada, cerrada, dice, con “una puerta típica, de madera, grande”, estaba forzada. Algo olía mal y, efectivamente, sí, como explica, en el interior de la nave de La Inmaculada encontró un lampadario destrozado.
Los ladrones que habían roto la cerradura, además, sisaron el dinero de la caja del candelabro en el que los devotos encienden velas. Pero, como explica, no se quedó ahí la cosa. Al recorrer el templo, descubrió que las imágenes de tres cofradías de Pasión huelmenses habían sido asaltadas. Curiosamente, los autores se centraron en tallas de la Virgen. A la de los Dolores, le faltaba un adorno situado en el pecho, a la del Calvario, también le habían sustraído una joya y la imagen de la Esperanza ya no lucía una esclava, un broche y una medalla que formaban parte de su vistoso ajuar. A la Virgen de la Amargura, precisa el sacerdote, “la respetaron”, igual que a otras imágenes del interior del templo. Los autores del robo emplearon para abrir la puerta un pico de una obra próxima y con la herramienta causaron importantes destrozos en el portón y en el marco del edificio, un monumento que es obra del genial escultor manchego Andrés de Vandelvira autor, entre otras, de la Catedral de Jaén. Ayer por la mañana, como confirmaron fuentes del Instituto Armado, agentes de la unidad de Policía Judicial del cuartel de la Guardia Civil de Baeza recogían pruebas en el inmueble y tomaban fotografías. Se trata de un hecho sin parangón en el pueblo de Sierra Mágina, ya que, como dejó claro el cura, “hace años que no ocurría algo igual”. Los vecinos confían en que, lo antes posible, se dé con los ladrones de la iglesia.
Desde hace días, los robos en iglesias de la provincia son más frecuentes, sobre todo, en templos del medio rural. Las parroquias de Frailes, Ribera Alta y La Pedriza fueron objeto de robos. Además, en los últimos días, las sustracciones se produjeron en las aldeas alcalaínas de Villalobos y Venta de los Agramaderos y en la castillera de Ventas del Carrizal. El botín consistió en pequeñas cantidades de dinero y algunas joyas y enseres, como el anillo de una imagen de la Virgen. Los pequeños robos en establecimientos como bares o centros públicos, como colegios, son tónica habitual en lo que va de año en Jaén, una zona donde predominan los núcleos rurales y, en ocasiones, aislados. Sin ser una cifra elevada de delitos, sí generan una gran alarma ciudadana.