Investigan el hallazgo de un cadáver flotando en Alcaudete

La Guardia Civil investiga el hallazgo de un cadáver, en avanzado estado de descomposición, en una balsa de alpechín, actualmente en desuso. El lugar de los hechos es un paraje cercano al Molino de las Torres, a poco menos de un kilómetro de Ventas del Carrizal, dentro del término municipal de Alcaudete. La Benemérita abrió una investigación para esclarecer las causas que rodean este extraño suceso.

23 may 2015 / 08:53 H.


Fuentes del Instituto Armado explicaron que fue, concretamente, un hombre que realizaba tareas agrícolas con un tractor en una finca colindante a la balsa, el que se percató de lo que podía ser “algo semejante a un cuerpo flotando boca bajo en la alpechinera ”. Inmediatamente el trabajador dio el aviso al teléfono de emergencias de la Benemérita.
Los agentes se trasladaron hasta la zona  y comprobaron que, efectivamente, se trataba del cadáver de un varón, semihundido en agua y restos de aceite, en un recinto de difícil acceso. Poco después de las cinco de la tarde, el médico forense certificó la muerte y se procedió al levantamiento del cadáver. Posteriormente, los restos mortales e trasladó al Instituto Anatómico Forense de la capital jiennense para la realización de la autopsia, según señalan las fuentes citadas. Estas pruebas resultan especialmente importantes en un caso como éste, puesto que el cuerpo se encuentra en “avanzado estado de descomposición”.
Según los primeros indicios  que rodean al hallazgo, todo apunta, ya que el cadáver llevaba encima la documentación, y que se trata de un hombre, de 54 años, desaparecido hace tres meses, en la aldea, alcalaína de Santa Ana. Las iniciales corresponden C. P. A. Cáritas fue la organización que puso los hechos en conocimiento del Instituto Armado, tiempo después de que se constatara la ausencia del varón, que es originario del municipio jiennense de Castillo de Locubín. Según publicó con anterioridad este periódico, el desaparecido era una persona que, de acuerdo con las fuentes, no tenía apenas relación con su familia, ni con su expareja. Vivía solo en una casa de la calle Nuestra Abuela, en condiciones “bastante precarias”. Lo último que se sabe de él es que estaba enfermo. Ante su complicada situación económica, recibió ayuda de Cáritas y también llegó a buscar una solución para sus problemas de consumo de alcohol, a través de la asociación alcalaína Alexal. Los intentos por localizarlo habían sido, hasta ahora, infructuosos. Sin embargo, a pesar de esta hipótesis, al cierre de esta edición no había datos oficiales sobre  la identidad del cadáver. Habrá que esperar a los resultados de ADN para descubrir con exactitud a quién corresponde el cadáver y determinar también la causa del deceso, puesto que, a simple vista, en una inspección ocular, no es posible saber si hay o no indicios de violencia, como precisaron fuentes de la investigación. Es por ello que, actualmente, hay abierta una investigación para esclarecer lo ocurrido y se barajan todas las opciones.