Invertir en futuro no es alargar la vida de lo que no lo tiene

Es necesario mimar a las empresas porque la crisis se torna especialmente dramática en destrucción de empleo y de seguir así la tónica vamos a entrar dentro de varias semanas en una espiral social de difícil contención. Ayudar a apuntalar las empresas que ahora están pasando por verdaderos problemas de liquidez es una obligación del Gobierno y es responsabilidad de los bancos y las cajas de ahorro, que además viven de ello.

    11 mar 2009 / 11:44 H.

    Ahora bien, el dinero que se ha puesto en manos de los bancos no está llegando a las pequeñas y medianas empresas porque está siendo usados por estos para tapar sus propios agujeros, lo cual nos llena a todos de indignación. Obviamente, así cualquier economía se resiente y la española está pasando un gravísimo momento, que amenaza con ser peor cada día y a los hechos nos remitimos. Aún así, a las autoridades corresponde trazar políticas de futuro porque son los gobiernos central, autonómico, provincial o local quienes tienen el trabajo encomendado por la ciudadanía. Y deben realizar proyectos de futuro, política a medio y largo plazo que sean generadoras inmediatas de empleo. De qué sirve seguir con el grifo abierto hacia el sector de la construcción cuando la crisis nos ha demostrado que España ha crecido en vivienda lo que no estaba capacitado el mercado a digerir. Por lo tanto, hay que revitalizar otros sectores, como el de las energías renovables o el de la cultura y el ocio, para que sean focos de atracción de empleo. Los tiempos pasados, pasados son, no lo olvidemos y aunque sea duro digerirlo, no hay mal que por bien no venga, y desde la solidaridad expresa con quienes lo están pasando mal, los desempleados, hemos de exigirle a los políticos capacidad de gestión de la crisis, no parcheos constantes y, a la par, que presenten proyectos a largo plazo que sean manantiales de empleo. Inventar y arriesgar, no queda otra opción.