Intervención bancaria que garantiza el ahorro de los clientes

La primera intervención del Banco de España para rescatar de una delicada situación a una caja de ahorro genera el lógico revuelo social y económico, a pesar de que en este contexto de crisis económica, medidas de este tipo tienen precedentes y en gigantes bancarios tanto en Estados Unidos como en Europa. Aunque la Caja Castilla La Mancha (CCM) tiene un millón de clientes, radicados en veinte provincias, su peso en el sistema bancario se sitúa en el 0´8 por ciento de los activos españoles y se sitúa en la undécima posición por importancia.

    31 mar 2009 / 11:01 H.

    Las autoridades monetarias sostienen, aun después de la intervención, que la entidad intervenida era solvente, aunque por la pérdida patrimonial corría serios riesgos. En este sentido, es mejor una serena gestión por parte de directivos del Banco de España que garanticen el ahorro a los clientes que una paulatina degradación de las cuentas que hicieran inviable la devolución de fondos y depósitos. Una vez conocida la medida, los propios clientes valoran la acción del Banco de España y, al menos, en el primer día, no se ha producido una retirada masiva de activos. Una sociedad madura, por lo tanto, también en términos económicos. La “gestión inadecuada” que, según el ministro de Economía, Pedro Solbes, ha llevado a la caja a esta situación está ligada, eso sí, a un mal común al que el resto de bancos y cajas tienen que hacer frente: la inversión en la construcción. La alegre toma de decisiones de los responsables de los bancos en grandes operaciones urbanísticas lastra ahora la capacidad de crédito y su propia liquidez. Por tal motivo, sorprende que todavía se mantengan ciertos argumentos en los que se exculpan de su papel en la gestación de la crisis económica. Por culpa de decisiones, en muchos casos precipitadas, pequeños empresarios, jóvenes o cualquier persona que pide un crédito tiene ahora infinitos problemas.