Interesante debate

Un interesante debate se está produciendo en el seno de la sociedad rusa, del que apenas tenemos noticias. En dos palabras y sin una sola matización, la cuestión es ¿libertad por encima de igualdad? ¿Libertad para qué? ¿Libertad para quién? Cuando la patria de los trabajadores cae, en una secuencia de péndulo maldito, Rusia se despierta convertida al libre mercado más feroz e individualista que se pueda imaginar. Pocos rusos perdonan a Gorbachov la forma de gestionar aquellos años.

    20 jul 2012 / 15:33 H.

    Pero ha pasado el tiempo. Rusia emerge de nuevo como potencia. Sus gentes duras, acostumbradas a lo peor, ya andan en el sálvate a ti mismo, en el nadie hará nada por ti salvo tú mismo. Consumen, compran coches, viajan al extranjero, miran —o ven— decenas de canales de televisión. Y, hete aquí, que es ahora cuando aparece el dilema. Rusia era pobre pero no miserable, no se consumía con frenesí, pero todos comían, todos tenían un techo y calor en el helado invierno. Creo que poco van a conseguir los partidarios de esa nostálgica e irreal igualdad, pero es bien significativo que a poco más de veinte años del derrumbe socialista, una buena porción de camaradas comprueben que “el otro sistema” tampoco es la panacea, que el equilibrio de la balanza libertad/igualdad es la verdadera utopía, una utopía que ningún sistema a derecha o izquierda ha logrado. Y por cómo pinta la cosa, no es que no se vaya a conseguir, es que ni plantearse oiga.

    Periodista
    Manuela Espigares