Inquietud de los antiguos trabajadores de Primayor por su futuro
El mensaje que se transmite desde la Junta es de absoluta tranquilidad, pero los ex trabajadores de Primayor no pueden evitar sentirse inquietos al ver que el tiempo transcurre y todavía está lejos el día de que se incorporen a su puesto de trabajo. Las nuevas instalaciones que las empresas Dhul y Proasego van a construir en la capital para dar salida laboral a estos ex empleados de la cárnica todavía no han empezado a construirse.
Mientras, la espada de Damocles pende sobre ellos, porque a finales del próximo noviembre agotarán las prestaciones por desempleo. Desde la Junta se hace un claro llamamiento a la calma, a la vez que se insiste en que los dos proyectos avanzan y que desde la Administración autonómica se realizará un esfuerzo añadido para intentar acelerar los tiempos. Los sindicatos han iniciado una ronda de contactos para conocer el estado en el que se encuentran las dos iniciativas que forman parte de un plan especial industrial, avalado por el pleno municipal en su reunión del pasado mes de junio. Es cierto que se trata de actuaciones de gran envergadura, una circunstancia que hace que todos los trámites burocráticos a seguir sean más complicados, sobre todo, desde el punto de vista urbanístico. Por ello, es comprensible que se acumule más retraso del deseado, ya que las obras deberían haber comenzado, según se anunció, en marzo o en abril, si bien no fue hasta el pasado mes de junio cuando se le dio el visto bueno municipal por una unanimidad. Mientras tanto, los futuros empleados de ambas empresas realizan cursos de formación, de cara a la actividad laboral específica que después deberán desarrollar. Aunque el retraso sea real, los afectados cuentan con todas las garantías de las diferentes administraciones implicadas en estos proyectos. Parece justo dar un margen de confianza y no adelantar acontecimientos.