Ingresado un niño en Olot con difteria, una enfermedad que no se daba en España desde 1987
Un niño de 6 años de Olot (Girona) está ingresado en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona por un caso de difteria, enfermedad de la que no estaba vacunado, según han explicado a Europa Press fuentes de la Conselleria de Salud de la Generalitat.
El niño llegó el jueves a Urgencias del Hospital de Olot, aunque los síntomas habían empezado el 25 de mayo .tenía cefalea, fiebre y dificultades para tragarh, y no hasta el viernes que le hicieron pruebas específicas, según especifica una alerta sanitaria sobre el caso emitida el lunes por el Ministerio de Sanidad. Los resultados de las pruebas no llegaron hasta el sábado y confirmaron que el pequeño estaba afectado por la bacteria de la difteria, una enfermedad que no se detectaba en España desde 1987. El mismo día, el niño fue trasladado a la UCI pediátrica del Vall d'Hebron, donde este martes sigue ingresado en estado grave, intubado y con ventilación asistida. Según el informe del Ministerio, desde el domingo el niño recibe un tratamiento con antitoxina diftérica que ha llegado de Francia. Asimismo, se están localizando todas las personas que han estado en contacto con el niño y proporcionando las medidas de profilaxis y vacunaciones indicadas. Los padres habían rechazado vacunarlo.
"La vacuna está incluida en el calendario sistemático y se recomienda de forma generalizada porque es muy efectiva", ha explicado a Europa Press el epidemiólogo del Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Trilla, que ha destacado que la decisión de aplicar la vacuna recae en los padres.
Ha destacado que cerca de un 10% de la población catalana no está correctamente vacunada, "bien sea por alergia, por pautas incompletas o por decisión propia", como el caso del pequeño afectado, que al no estar protegido contra la bacteria se ha contagiado con facilidad.
"La vacunación va muy bien y protege hasta la edad adulta", ha concretado, por lo que se recomienda dosis de recuerdo cada diez años a partir de los 18, una pauta que se había ido descuidando porque la enfermedad se creía erradicada.
Este hecho "podría hacer que algún adulto que haya estado en contacto con el niño se haya contagiado", por lo que Trilla ha recomendado a cualquier persona que pueda sospecharlo que lo comunique a las autoridades sanitarias.
En España no se detectaba ningún caso de difteria desde 1987, "y es una bacteria que circula poco por los países del entorno español, siendo Rusia el más cercano" y de donde parece que podría proceder el sujeto que habría contagiado al niño.
CASOS AISLADOS
"Es posible que alguien más se haya contagiado, aunque seguramente no se va a propagar porque serán casos aislados", ha manifestado Trilla, que también ha aprovechado para animar a los ciudadanos a vacunarse periódicamente según las pautas establecidas.
La difteria es una enfermedad infecciosa producida por la bacteria 'corynebacterium diphtheriae', especialmente agresiva con menores de cinco años y ancianos, y se transmite a través de las vías respiratorias, principalmente por tos y estornudos.
La enfermedad inflama las vías aéreas altas --fosas nasales, amígdalas, faringe y laringe--, lo que desencadena en dificultades respiratorias, que se suman a otros síntomas, como fiebre, dolor de cabeza e inflamación de los órganos genitales y las conjuntivas.
Además, puede presentar la formación de una membrana que se sitúa en la faringe y que sangra con facilidad, así como complicaciones cardíacas y renales.
El niño llegó el jueves a Urgencias del Hospital de Olot, aunque los síntomas habían empezado el 25 de mayo .tenía cefalea, fiebre y dificultades para tragarh, y no hasta el viernes que le hicieron pruebas específicas, según especifica una alerta sanitaria sobre el caso emitida el lunes por el Ministerio de Sanidad. Los resultados de las pruebas no llegaron hasta el sábado y confirmaron que el pequeño estaba afectado por la bacteria de la difteria, una enfermedad que no se detectaba en España desde 1987. El mismo día, el niño fue trasladado a la UCI pediátrica del Vall d'Hebron, donde este martes sigue ingresado en estado grave, intubado y con ventilación asistida. Según el informe del Ministerio, desde el domingo el niño recibe un tratamiento con antitoxina diftérica que ha llegado de Francia. Asimismo, se están localizando todas las personas que han estado en contacto con el niño y proporcionando las medidas de profilaxis y vacunaciones indicadas. Los padres habían rechazado vacunarlo.
"La vacuna está incluida en el calendario sistemático y se recomienda de forma generalizada porque es muy efectiva", ha explicado a Europa Press el epidemiólogo del Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Trilla, que ha destacado que la decisión de aplicar la vacuna recae en los padres.
Ha destacado que cerca de un 10% de la población catalana no está correctamente vacunada, "bien sea por alergia, por pautas incompletas o por decisión propia", como el caso del pequeño afectado, que al no estar protegido contra la bacteria se ha contagiado con facilidad.
"La vacunación va muy bien y protege hasta la edad adulta", ha concretado, por lo que se recomienda dosis de recuerdo cada diez años a partir de los 18, una pauta que se había ido descuidando porque la enfermedad se creía erradicada.
Este hecho "podría hacer que algún adulto que haya estado en contacto con el niño se haya contagiado", por lo que Trilla ha recomendado a cualquier persona que pueda sospecharlo que lo comunique a las autoridades sanitarias.
En España no se detectaba ningún caso de difteria desde 1987, "y es una bacteria que circula poco por los países del entorno español, siendo Rusia el más cercano" y de donde parece que podría proceder el sujeto que habría contagiado al niño.
"Es posible que alguien más se haya contagiado, aunque seguramente no se va a propagar porque serán casos aislados", ha manifestado Trilla, que también ha aprovechado para animar a los ciudadanos a vacunarse periódicamente según las pautas establecidas.
La difteria es una enfermedad infecciosa producida por la bacteria 'corynebacterium diphtheriae', especialmente agresiva con menores de cinco años y ancianos, y se transmite a través de las vías respiratorias, principalmente por tos y estornudos.
La enfermedad inflama las vías aéreas altas --fosas nasales, amígdalas, faringe y laringe--, lo que desencadena en dificultades respiratorias, que se suman a otros síntomas, como fiebre, dolor de cabeza e inflamación de los órganos genitales y las conjuntivas.
Además, puede presentar la formación de una membrana que se sitúa en la faringe y que sangra con facilidad, así como complicaciones cardíacas y renales.
