Información y enseñanza
Desde Jaén. Han sido y continúan siendo, dos de los elementos que el poder (político, religioso, económico, etcétera) han pretendido amordazar (cuando le era “infiel”), o bien se han valido de ellos para sus logros y propaganda. La enseñanza en épocas pasadas ha estado en manos de la Iglesia. Cuando esta se fue abriendo a otras Instituciones, empezó a recibir las más burdas denuncias, Santos Juliá, “El País” (26-IX-2010) escribía: “Pasar por las armas a la señora Institución”. Se referían a la Institución Libre de Enseñanza, que había empezado a funcionar bajo los auspicios de los Hermanos Giner de los Ríos, G. Azcárate, Montero Ríos, etcétera. La Iglesia católica estaba acostumbrada a quitarse de en medio a todo aquel que se le enfrentara o simplemente discrepara de sus métodos. En el ABC de fecha 16-III-2014, Juan Gómez Jurado, escribía el artículo “El día que murió en la hoguera Jacques de Molay, último gran Maestre Templario”. Sobre la Inquisición y sus “métodos” hay centenares de tratados. Y una simple burla (en los Carnavales pasados, a un concejal se le “ocurrió” vestirse de Virgen. La que ha armado. El dicho: el español siempre van detrás de los curas. A veces con un cirio y otras con un palo.
Siguiendo con la enseñanza, sirva de mínimo ejemplo el titular de la revista número 19 de “Andalucía en la historia”: “Maestros. Reos del franquismo”, uno de sus artículos, “El elefante franquista entra en las aulas”, de Ana María Montero, de la Universidad de Sevilla. En el narra el “castigo” que el franquismo infringió a la clase docente (maestros, profesores, etcétera): deportaciones, cese en su actividad y ejecuciones. Y eran los alcaldes, sacerdotes y comandantes de puestos de la Guardia Civil de cada pueblo los que “seleccionaban” a los “insumisos” (incluso de sus actividades antes de terminar la Guerra Civil). Y se crearon leyes que penaban con efecto retroactivo normas y conductas que antes eran legales: asociación a un sindicato, oposición a que un crucifijo adornase la pared de la escuela, etcétera. Y en relación a la prensa, (calificada “mala prensa”) cuando esta no se sometía a sus credos y creencias —basada la mayoría en leyendas y fantasías. Vean el libro de Isidro Sánchez Sánchez, de la Universidad de Castilla La Mancha, “El pan de los fuertes. La “buena prensa” en España. Católicos como Menéndez y Pelayo, Donoso Cortés, Balmes, etcétera y en especial Félix Sarda y Salvanys, autor del libro “El liberalismo es pecado. Cuestiones candentes”. 1887. Hoy, muchos políticos del PP se autoproclaman liberales. Eso viste mucho.
Siguiendo con la enseñanza, sirva de mínimo ejemplo el titular de la revista número 19 de “Andalucía en la historia”: “Maestros. Reos del franquismo”, uno de sus artículos, “El elefante franquista entra en las aulas”, de Ana María Montero, de la Universidad de Sevilla. En el narra el “castigo” que el franquismo infringió a la clase docente (maestros, profesores, etcétera): deportaciones, cese en su actividad y ejecuciones. Y eran los alcaldes, sacerdotes y comandantes de puestos de la Guardia Civil de cada pueblo los que “seleccionaban” a los “insumisos” (incluso de sus actividades antes de terminar la Guerra Civil). Y se crearon leyes que penaban con efecto retroactivo normas y conductas que antes eran legales: asociación a un sindicato, oposición a que un crucifijo adornase la pared de la escuela, etcétera. Y en relación a la prensa, (calificada “mala prensa”) cuando esta no se sometía a sus credos y creencias —basada la mayoría en leyendas y fantasías. Vean el libro de Isidro Sánchez Sánchez, de la Universidad de Castilla La Mancha, “El pan de los fuertes. La “buena prensa” en España. Católicos como Menéndez y Pelayo, Donoso Cortés, Balmes, etcétera y en especial Félix Sarda y Salvanys, autor del libro “El liberalismo es pecado. Cuestiones candentes”. 1887. Hoy, muchos políticos del PP se autoproclaman liberales. Eso viste mucho.