Información oportuna y clara para no caer en el alarmismo

No hay que caer en el alarmismo fácil, pero es lógico que la noticia de la segunda muerte en nuestro país por la nueva gripe haya causado cierta inquietud entre los ciudadanos. Aunque los datos no están completos aún, lo cierto es que este último caso, un hombre de 41 años de Canarias, se sale del patrón habitual, porque no había visitado ninguno de los países de riesgo. Se da la circunstancia de que hace sólo unos días, la Consejería de Salud confirmó que había ocho niños infectados con el mismo virus, unos menores de entre diez y doce años que estaban pasando unos días en un campamento de verano del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. La sintomatología era leve y ya se encuentran en sus domicilios de Huelva y Málaga, donde reciben atención médica, y totalmente fuera de peligro. Los nuevos casos no han precisado siquiera hospitalización, lo que refuerza la primera hipótesis de que se trata de un cuadro gripal de escasa importancia. El protocolo establecido entre Sanidad y las comunidades autónomas se ha activado, de forma que hay que pensar que todas las medidas preventivas funcionan. En el caso de Andalucía se teme más por las dos personas ingresadas en otros centros hospitalarios, un niño en Sevilla y un adulto en Cádiz, cuyo estado empeoró, al parecer, en los últimos días.
Ahora, con este nuevo fallecimiento, se reactiva especialmente la atención mediática. La sociedad está pendiente de este tipo de noticias por su marcado interés humano, una circunstancia que se acentúa cuando entra en juego el factor de la proximidad geográfica y se detectan enfermos en la propia provincia donde se reside. Ahí es donde las administraciones tienen que ser ágiles para poner cortafuegos, de forma que se otorgue al problema la justa importancia. La información precisa y oportuna es una prioridad, en aras de la transparencia y la tranquilidad.

    12 jul 2009 / 11:23 H.