Indignados
Desde Jaén. Indignados, así estamos una gran parte de la sociedad española al comprobar el uso que se ha hecho del dinero público y la corrupción cometida por algunos sindicalistas, políticos y gobernantes en: ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas, gobierno central y sindicatos. Muchas de las noticias que producen escándalo y alarma social son consecuencia de personas y grupos descontentos con sus propias organizaciones.
Por este motivo, lo que hasta ahora se conoce, probablemente solo sea una pequeña parte de como el dinero público se ha utilizado para beneficio e interés personal e ideológico. Es mucho el dinero público destinado a los órganos de control público, por eso, resulta conveniente preguntarse ¿por qué no se ha evitado estos comportamientos que han salido a la luz pública? Estos abusos siempre son detestables, pero en las circunstancias actuales son impresentables, en estos últimos años, son demasiadas las personas que están haciendo sacrificios casi al límite de sus posibilidades. Por esto, resulta irresponsable que en plena crisis la Junta de Andalucía haya entregado dinero público (millones de euros) a Organizaciones Sindicales para actividades (cursos en Venezuela, Ecuador y otros Países Iberoamericanos) que no parecen que sean urgentes ni necesarias, máxime cuando en esta comunidad autónoma tiene deudas pendientes con otros organismos o instituciones para atender salarios de sus empleados, personas dependientes, hay ciudadanos con un grave nivel de pobreza, niños que acuden a los colegios insuficientemente alimentados, cuando ha crecido el número de personas que acuden a Cáritas y al Banco de Alimentos para ser alimentados y ayudados en necesidades primarias, etcétera. Las personas que intervinieron en estos asuntos deberían ser responsables y presentar su cese o dimisión y ser inhabilitados para cargos públicos.
Plácido Cabrera Ibáñez