Imputados dos hombres por matar ciervos y quitarles la cornamenta

La Guardia Civil de Jaén detuvo a dos torrecampeños por dar muerte, de forma presunta, a varios ciervos de la finca La Beata de Los Villares. La operación, que comenzó hace un mes, partió de la alerta del propietario del terreno, que halló el cadáver de un animal con la cabeza cortada.

    27 feb 2011 / 10:53 H.

    Uno de los responsables de la finca La Beata de Los Villares halló un ciervo macho sin cabeza, el pasado 10 de enero, en sus terrenos. Alertó al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil al suponer que algún furtivo decapitó al animal para obtener su cornamenta, que los cazadores interpretan como trofeo.
    La Guardia Civil, según informó en un comunicado, emprendió entonces una rigurosa labor de seguimiento, desempeñada por patrullas de Martos y Torredelcampo, gracias a la cual pudieron comprobar que, efectivamente, había quien se colaba en el terreno —que es un coto privado de caza—, puesto que encontraron cortes en un punto del vallado próximo a un camino. En el interior, además, dieron con varios cebaderos con comida y gasoil (los animales lo utilizan como antiparasitario) y repuestos de alimentos y carburante escondidos entre matorrales, muy cerca de la verja que delimita el terreno vedado, lo que sirvió a los agentes para confirmar que los furtivos accedían periódicamente hasta el lugar. La utilización de estas trampas, donde se colocan comida y otros productos para atraer a las presas, está prohibida por la normativa de caza.
    Fue la localización de un vehículo todoterreno en las proximidades lo que permitió a la Guardia Civil dar con los presuntos delincuentes. Después de registrar su matrícula comprobaron que pertenecía a un vecino de Torredelcampo, por lo que los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia para seguir sus movimientos. Sin embargo, no era el propietario, sino su hermano y otro hombre los que utilizaban el todoterreno para encaminarse hacia allí. Entonces, con un segundo vehículo, tomaban un camino alternativo al habitual para acercarse un poco a la finca, aparcaban a gran distancia y recorrían el resto del camino a pie para ubicar las trampas dentro del terreno donde están los venados.
    Así, el pasado 10 de diciembre por la tarde, una de las patrullas, mientras realizaba la vigilancia, identificó a F. G. C., de 42 años, y M. R. C., de 22, ambos vecinos de Torredelcampo, apostados cerca del vallado de la finca La Beata, provistos de material cinegético. Los agentes intervinieron un rifle de caza mayor monotiro y con mira telescópica del calibre 308, que era propiedad de uno de los presuntos furtivos, un silenciador que se acopla al arma, un cuchillo de monte, un hacha, un saco vacío que había contenido cereal —que se utiliza como cebo—, una cuerda de cáñamo, munición, guantes; pasamontañas, una pequeña cizalla para cortar la alambrada, y una linterna. Los agentes comprobaron, además, que varios ciervos habían muerto dentro de la finca, cerca de la zona donde fueron sorprendidos los hombres, y de los cebaderos. Por ello, ambos individuos fueron imputados como presuntos autores de un delito relativo a la protección de la fauna.  Nuria Fernández / Jaén