Igualdad tecnológica para los alumnos de los colegios andaluces
El programa Escuela TIC 2.0, presentado ayer por la Consejería de Educación, supone un salto cualitativo en la formación con nuevas tecnologías en las aulas andaluzas. El reto de que cada alumno de centros públicos y concertados tenga su propio ordenador portátil, además de un desembolso presupuestario de calado indica una voluntad política para que no exista una brecha digital entre unos alumnos y otros, en función de las condiciones económicas de cada hogar.
Sólo en Jaén se crearán 595 aulas digitales y casi 16.000 alumnos dispondrán de una útil herramienta que con el necesario asesoramiento es fundamental tanto desde un punto de vista de aprovechamiento pedagógico como por el conocimiento de una tecnología básica en el mundo laboral. Es, por lo tanto, un avance necesario y en el que los maestros tendrán que contar con la suficiente preparación para sacar todo el partido a los ordenadores. En este aspecto, de igual forma, es fundamental la implicación de las familias para completar la formación en casa y para cuidar unos equipos que son una llave de futuro para sus hijos. El mencionado esfuerzo inversor y logístico para que todos los centros dispongan de esta tecnología de forma inmediata también debe ir acompañado de un mantenimiento financiero para que el esfuerzo tenga continuidad en el tiempo. El paso dado debe tener un horizonte duradero y que a partir de estas aulas tecnológicas se impregne la enseñanza de todas las posibilidades que ofrecen la tecnología. El estéril debate en otras autonomías sobre el tamaño de las pantallas o el mantenimiento de los equipos y de las aulas deja en evidencia que sólo se trata de una maniobra política para desmerecer una iniciativa que debe ser fomentada y vigilada para que no pierda vigor y se expriman realmente todos los recursos que se ponen a disposición de alumnos y profesores.