Ignacio Pérez, creador de Comandos: “La universidad hace aguas”
Es un hombre tremendamente creativo que vive envuelto en el mundo digital. Creó el videojuego Comandos, que fue el único capaz de competir con la industria de EE UU y ser un gran éxito. El empresario y creativo es referencia internacional en el mundo de la animación. Está convencido de que en España existe potencial, pero critica la formación.

—Primero fue en el sector de los videojuegos con Comandos. Luego, en el cine, con Planet 51. ¿En qué gran proyecto trabaja ahora porque, generalmente, se cuentan por éxitos?
—Tenemos muchas cosas en marcha. Acabamos de terminar una película nueva, que hemos hecho por encargo en colaboración con el Grupo Z, como es Mortadelo y Filemón, que está dirigida por Javier Fresser. Se estrena ahora a finales de noviembre y será un bombazo porque la película es divertidísima. También, llevo tres años de trabajo en una universidad que hemos fundado y que ofrecemos el primer grado en Animación que se ha hecho en España. También en juegos o economía digital, entre otras cuestiones. Y mientras tanto, además, tenemos en marcha el desarrollo de algunos videojuegos.
—¿Cómo es Mortadelo y Filemón, porque Planet 51 dejó el listón bastante elevado?
—Es un proyecto muy español y menos internacional que, por ejemplo, Planet 51. Se trata de un lujo porque está dirigida por un director ganador de un Goya. Hemos explorado nuevas técnicas y cuenta con un “look” y entidad propia. Estoy convencido de que gustará mucho.
—¿Le inspira Jaén para una película o un videojuego?
—El gran problema, más allá de la inspiración, es que vivimos en un mundo que está dominado por una imagen y una cultura anglosajona. Por eso, es más difícil meter nuestra cuñita jiennense, pero poco a poco lo haremos.
—Usted tiene en marcha un grado universitario ¿Qué le parece la formación de nuestros jóvenes en las universidades?
—Me parece que hay una mala formación. Por eso, nosotros hemos movido ficha. El año que viene contaremos con más de setecientos estudiantes. Considero que la tecnología y el mundo digital se mueven a una velocidad de vértigo, pero la realidad es que la universidad va a paso de tortuga. El mundo cambia de forma profunda y la universidad española no avanza al mismo ritmo. Otra vez, tenemos que contratar para un proyecto de animación a más de doscientas personas y habrá que emplear a muchas de fuera de España. En algunas especialidades, nos falta gente. También existe una formación muy pequeña en videojuegos y aprender a programar en España es complicado. La universidad no tiene la velocidad de adaptación necesaria.
—¿Europa está por debajo de Estados Unidos en animación?
—Se encuentra por debajo en tecnología, en general. No vamos a dar nombres, pero cualquiera de nosotros puede hacer un repaso por los diez productos digitales que consume cada día y verá que ha visto una película, ha jugado con un videojuego, ha usado un buscador y una red social y todos son de Estados Unidos. Cuando uno va a comprar al supermercado o a por un coche, casi todas las marcas son europeas. En cambio, en productos digitales, Norteamérica es la gran referencia.
—¿Qué ha cambiado desde que creó Comandos hasta ahora?
—Soy veinte años más viejo, que no es poca cosa. Además, vivimos en un mundo que ha experimentado una evolución bestial. Si los juegos eran importantes en los años noventa, a día de hoy se juega en todo. En redes sociales, en tabletas, teléfonos móviles o “on line”. Se venden más juegos que nunca. En el cine, Toy Story se estrenó tres años antes de que saliera Comandos. Se tenían dudas sobre el cine 3D y ahora vemos que el mercado no para de ir hacia arriba. Entonces, empezaba una compañía, que se llama Google. Me acuerdo de un amigo que se fue allí. Todo forma parte de una evolución bestial de los mercados digitales. También hemos visto que han desaparecido las enciclopedias, la fotografía en papel y muchos cambios.
—¿Podría hacer una película de animación o un videojuego hecho con olivo o con aceite?
—Uf, pues ahora no. Yo soy un gran defensor del aceite. Siempre digo que a España en aceite y en jamón nadie nos gana. El aceite pronto tendrá millones de usos y bondades que ahora se desconocen. En cambio, en el mundo nuestro, me cuesta porque es menos contemplativo y mucho más de acción. Me coge algo lejos, pero a lo mejor haciendo un ejercicio resulta posible.
—¿Podemos hacer en España lo que consigue Pixar?
—Sin duda. Claro que sí. Nosotros lo hacemos. La calidad de lo que se hace en nuestro estudio no es inferior a la de Pixar. Mucha de nuestra gente trabaja allí. En Pixar tienen una gran consideración de la animación que hacemos aquí. Sin embargo, para esto, Estados Unidos es una tierra de oportunidades. Existen más centros de formación, distribución y dinero. Se trata de toda una industria. La revolución digital es equivalente a la industrial. Habrá una diferencia entre los países que la hicieron y los que no. Todo es digital ya y se trata de una asignatura pendiente. España, al igual que algunos otros países de la Unión Europea, marcha con mucho más retraso.
—¿Viene mucho por Jaén?
—No demasiado, pero voy. Tengo mucha familia y tres o cuatro veces al año sí que paso algunos días. Antes estaba en Jaén meses, pero era cuando estaban allí mis abuelos. Se trata de una tierra que me trae muy buenos recuerdos.
—Usted es capaz de crear montañas y ciudades en películas de animación y videojuegos. ¿Cuál es el paisaje más bonito, evocador o que guarda con más cariño de su tierra?
—No sé si es bonito o no, pero para mí es el mejor. Tiene una gran carga de emociones en mi vida. Mis mejores recuerdos son el mes de vacaciones en Jaén, cuando íbamos al Megatín, frente a Torredelcampo. Era una estampa de veinte primos y mis abuelos en pleno campo. Sin duda, unas vacaciones soñadas por cualquier niño.
—¿Y de sus pueblos?
—Me vienen muchas imágenes de los fuegos artificiales de las ferias de verano. Me acuerdo de los churros con chocolate y de las noches en las verbenas de los pueblos. Sin duda, se trata de la fotografía más emocional de mi vida. La guardo con mucho cariño. Nunca se olvida.
Perfil
Ignacio Pérez Dolset es un genio de la animación. Se trata de un amante de los videojuegos, por lo que se muestra capaz de analizar e idear creaciones tecnológicas de elevado nivel. Con 26 años, ya había diseñado y puesto en el mercado Comandos, sin duda, un juego al que los españoles han dedicado millones de horas de ocio. Se trata de un hombre exigente que cuenta con una impresionante colección de soldados de plomo. Cree que los jóvenes pueden dar mucho de sí, por lo que exige más formación y preparación. Le gustan los retos. De hecho, compite, codo a codo, con Pixar, el gran gigante de Disney.