¿Culpables los funcionarios? ¿De qué?

Desde Mancha Real. Ya estoy harto de oír en tertulias radiofónicas y teledirigidas por el aparato talibán ultraliberal que parte de la culpa de la crisis financiera y económica la tenemos los funcionarios por la excesiva carga que soporta el Estado al hacer efectivas nuestras nóminas y que la solución estaría en echar a la calle a la mitad de la plantilla, y que nos quiten las dos pagas extraordinarias y que nos dejen las nóminas en no más de 1.000 euros mensuales.

    09 ago 2012 / 08:00 H.

    Eso lo he oído yo en una emisora de radio que no voy a desvelar aquí para no hacerle propaganda. Pero aclaremos conceptos al personal, que con el calor y la crisis parece que los cerebros se han convertido en algo muy espeso.  En los años del boom económico no había déficit sino superávit, el Estado gastaba menos de lo que ingresaba. Al inicio de la crisis la deuda española era mucho menor que la media europea. ¿Dónde estaba el problema, entonces? Que los ingresos dependían de la burbuja inmobiliaria o mejor dicho, de la infección del litoral y las costas de algarrobicos incentivados por la banca española y la alemana. Cuando esta burbuja ladrillera nos reventó en la cara aparecieron de pronto dos millones de parados procedentes de la construcción con la consiguiente caída de la recaudación fiscal y el gasto en el seguro de desempleo de esos dos millones de personas. Eso fue lo que pasó en este pobre país y no sigan echándole la culpa al gasto de las nóminas de los funcionarios. Con el estallido de la crisis empezaron las políticas de austeridad del gobierno Zapatero seguidas a rajatabla por las políticas suicidas del Sr. Rajoy, lo que consiguen, unas y otras,  deprimir la economía aumentando la deuda y el déficit… y así se ha creado este infierno del que no vamos a salir de él en muchos años. Pero nunca los funcionarios tenemos la culpa de todo este mal para que seamos el  “pin pan pun” de los gobiernos de turno. Pero, ojo al dato, según la Organización Internacional del Trabajo, España está entre los países con menos empleados públicos por habitante de toda la Unión Europea. España tienen un empleado público (funcionario, interino o contratado) por cada quince habitantes, mientras que Alemania tiene uno por cada trece,  Francia uno por cada nueve habitantes y Holanda uno por cada ocho ciudadanos. En este país existe la falsa idea, aireada por los talibanes de derechas, de que el número de empleados públicos es muy superior al de los países de su entorno, pero no es así, como tampoco lo son las prestaciones públicas sociales, que estamos muy por debajo de la media europea. Así que lo que necesitamos los españoles es mantener, dignificar, valorar y remunerar adecuadamente a nuestros funcionarios: maestros, médicos, bomberos, policías, guardias civiles, administrativos, cabos, sargentos, tenientes, capitanes, comandantes… de nuestro ejército, sigo más. Ya está bien de
    demonizarnos,
    déjennos ya tranquilos. 
    José María Morillas Meridiano