Hoy, once de mes
Aparece este mes cuajado de fiestas marianas, unas universales, tales como Nuestra Señora de las Nieves, el pasado día 5, a la que se venera con gran devoción en la localidad de Pegalajar y el Corazón Inmaculado de María, el día 22, y otras particulares que, a pesar de no figurar en el calendario de fiestas universales, están incluidas en el Misal Romano con Misa Propia, como son la B.V.
María Refugio de los Pecadores, el día 13, y Nuestra Señora de Consolación, el día 30, siendo esta última celebrada en diversas localidades de nuestra provincia, como lo es también la advocación de la Virgen del Alcázar en Baeza.
Pero en medio de este ramillete de festividades sobresale uno de los grandes dogmas de fe marianos: La Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma a los cielos que se celebra el día 15. Tiene un doble objetivo: la feliz partida de María de este mundo y la asunción de su cuerpo al cielo. Si contemplamos a María, si nos fijamos en Ella, vemos cómo nos abre a la esperanza, a un futuro que nos promete la alegría eterna y el camino para alcanzarla. Benedicto XVI, en su homilía de 2010, nos dice que María es el arca de la alianza. Recordamos en este día que María es una obra maravillosa de Dios y su fiesta es “la fiesta de María”, la más solemne de las que la Iglesia celebra en su honor y festejamos en ella todos los misterios de la vida de María. Hoy, una vez más, postrados a los pies de María, en su advocación de Nuestra Señora de la Capilla, pidámosle porque se encuentre solución a la enfermedad del ébola y de consuelo a todos los que la sufren. Así lo esperamos de su misericordia.