Hosteleros se quejan de la "persecución" municipal

El plazo es corto, tan solo lo que queda de semana. Y es que los empresarios hosteleros ya no aguantan más. Denuncian el “acoso” constante que sufren las terrazas. El ultimátum es firme: o se pone fin a su problema o se concentrarán en la puerta del Ayuntamiento.Así lo anuncia el presidente de la Asociación de Restaurantes, Cafeterías y Bares (Asostel), Gabriel Archilla, que asegura que la situación es insostenible y que no han conseguido reunirse con el alcalde, José Enrique Fernández de Moya. “Nos están machacando”, apunta.

01 jul 2014 / 22:00 H.


En este sentido, sí que reconoce que se reunieron con responsables de la Concejalía de Urbanismo, pero sin resultados. “Fueron unas palmaditas en la espalda. Pienso que a este equipo de Gobierno no le gustan las terrazas y los socios están muy preocupados”, afirma.
El presidente de Asostel no solo se queja de lo que puede suponer para los negocios, sino que también asegura que se pierde la posibilidad de generar empleo en la ciudad. Por este motivo, el colectivo solicitará a la Subdelegación del Gobierno la autorización para su protesta antes de que termine la semana y su movilización dependerá de si se llega a un acuerdo o no.


Los problemas se resumen en tres. El primero de ellos es que el Ayuntamiento “no concede” las autorizaciones para las ampliaciones. En este punto, Archilla detalla que el “papeleo” que se exige es “excesivo” y que existen solicitudes a la espera desde el mes de febrero. “Todo está paralizado y no se dan cuenta de que las terrazas dan vida a Jaén”, comenta. Por otro lado, tampoco consiguen los permisos aquellos que piden instalar una terraza. “Es una persecución”, añade.


Además, el presidente de Asostel también se queja de que los técnicos municipales han llegado a medir el espacio de cada uno de los establecimientos para comprobar que se ajusta el espacio contratado. El último de sus problemas está por llegar. Según explica, el Ayuntamiento quiere que los empresarios guarden el mobiliario de las terrazas dentro de los establecimientos. “Hay que buscar una fórmula que sea buena para todos.Si se recoge todo dentro del bar no queda espacio y, por ejemplo, si cae una tormenta no se puede abrir”, indica.
Respecto a la temporada de verano, Gabriel Archilla explica que se espera con ilusión, ya que puede aumentar las ventas.