Hombres buenos por la libertad

Ocomprar la libertad o ser súbditos. En esta dicotomía se encontraron los mengibareños del siglo XVI cuando la Corona vendió la jurisdicción del municipio. La historia de cómo se logró evitar que Rodrigo Ponce de León convirtiera “Menxívar” en un señorío la ofreció el cronista oficial, Sebastián Barahona, en una sesión del “Noviembre Cultural”, celebrada en el Auditorio.

20 nov 2015 / 11:17 H.


Acompañado por la concejal de Cultura, Adela Pérez Alonso, Barahona explicó “uno de los momentos más trascendentales de la historia de Mengíbar”: cuando los propios ciudadanos lograron comprar dicha jurisdicción, pese a los intentos de Ponce de León. Pero los “hombres buenos” lograron la libertad: “Grande debió ser la alegría en Mengíbar”, dijo Barahona, cuando llegó el cartero real con la Carta de la Libertad otorgada por Felipe II. Y por primera vez se recreó este trascendental hecho de la “lectura de la libertad”.
Después de la conferencia, los componentes de Getsemaní Teatro dieron vida a los vecinos de noviembre de 1576. Emocionó al numeroso público congregado, ya que ante sus ojos se alzó una muestra a escala de cómo tuvo que ser la fiesta del día en el que se pregonó la libertad que los propios ciudadanos habían comprado para evitar ser súbditos. Tras esta primera recreación, ahora queda que en un próximo teatro se dé vida completa a la obra “La libertad de Mengíbar”, escrita por el propio Barahona.