Hipocresía

Íñigo Castresana / Desde Jaén. No pasa un momento sin que se escuche, en cualquier ámbito, a la mayoría de nosotros quejándonos de la crisis económica que continuamos padeciendo. Muchos insisten en un reparto más igualitario de los recursos, reclamando a su vez que se reduzca el desproporcionado precio que, cada vez más, pagamos por productos de primera necesidad.

    19 feb 2013 / 11:38 H.

    Son numerosos los abusos que sufrimos del actual sistema en que vivimos y esto, sin duda, desencadenará cada vez mayores tropelías, un reparto de derechos/obligaciones más desigual y un descenso de la clase media, que hasta ahora era la gran mayoría. No es de extrañar, por lo tanto, que casi todo el mundo exija un reparto más justo, el cual pedimos a escala estatal, mirando siempre a posiciones más acomodadas que la nuestra y sin valorar que tenemos una calidad de vida muy superior al 80 % de los habitantes del mundo. Si realmente hubiese una distribución más honesta a nivel global, perderíamos ese nivel de vida. No me malinterprete, con esto no quiero decir que no haya motivos más que justificables para manifestarse en contra de las injusticias que propicia este orden jerárquico, pero no olvidemos que dentro de él nos situamos en la parte superior —gracias a que miles de millones de habitantes del planeta están en la parte inferior— y, merced a esto, hemos vivido en un estado de bienestar que ahora vemos peligrar. Por lo tanto, ¿queremos un reparto más igualitario?