Hilos que cantan al amor y a la guerra

Es la primera vez que un montaje español alcanza la final de los Premios YAMA, los “Young Audiences Music Awards”, respaldados por Juventudes Musicales Internacional . Es el espectáculo de títeres y música antigua Yo soy La Locura, de la compañía de teatro Claroscuro, formada por el linarense Francisco de Paula Sánchez y la canadiense Julie Vachon. Una excelente noticia para las artes escénicas españolas y, al tiempo, un ejemplo de justicia divina o cósmica —ya depende de en lo que cada uno crea— para dos creadores que se han jugado mucho en este proyecto, un sueño y una forma de vida, que, en España, no ha tenido el éxito que un espectáculo de la talla del suyo ha tenido.

27 ago 2015 / 07:29 H.


“De los cinco años de existencia que tiene, desde el primer estreno en 2010 y el reestreno de 2012 debería llevar, si todo fuera bien, más de cien funciones”, se lamenta De Paula. Eso sí, ha pasado por algunos de los festivales con más prestigio del panorama —como los de Música Antigua de Sevilla, Úbeda y Baeza, el de Música y Danza de Granada y Úbeda y Teatralia, en Madrid— y consiguió una mención especial del Jurado en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, en 2012, todo bajo una producción sin una ayuda pública.
Sus espectadores disfrutaron de un cuento hilado con música española y americana del siglo XVI, lleno de magia, con títeres y música en directo, una soprano y un cuarteto de cuerda. La Locura, interpretada por la soprano Verónica Plata, es un ser mitológico que mueve las pasiones de los humanos. Aparece en escena para contarla historia de amor —sobre un fondo bélico— entre Manuel, titiritero español que acompañó a Hernán Cortés en la Conquista de América, y Zyanya, una joven mujer azteca. Un formato original, para todos los públicos, que reúne lo mejor de estas disciplinas para regalar una experiencia única a los espectadores.
La cuestión es que los programadores no arriesgan a espectáculos innovadores. Y, en muchos casos, ni contestan a las compañías. Quizá alguno se lamente con noticias como la de este premio internacional. Aunque el día 14 en Zagreb, hasta donde viajará Claroscuro, no sean finalmente ganadores, llegar hasta allí es un logro como primera compañía y espectáculo español en hacerlo.
Este era el primer proyecto de Claroscuro, compañía que nació del encuentro entre Francisco de Paula y Julie Vachon, propiciado por la mágica intuición de Montserrat Figueras —la esposa del prestigioso músico Jordi Savall, con el que el linarense colabora habitualmente—  en Francia en 2010. En ella se inspiraron para la selección musical y a ella, recientemente desaparecida, dedicaron este espectáculo. En él, los acompañan la soprano Verónica Plata y los músicos Miguel Ángel Jiménez (guitarra barroca, tiorba y charango), Calia Álvarez (viola de gamba), Luis Vives (percusión) y Fernando Pérez-Valera (flautas dulces y cornetas).
Pero el camino, con sus decepciones y alegrías, continúa. Y a Yo soy La Locura se sumarán nuevos espectáculos nacidos del fructífero encuentro artístico entre las dos mitades de Claroscuro. Y trabajan, intensamente, en el próximo proyecto, en el que, una vez más, apuestan y arriesgan para ofrecer al público una historia contada como nunca antes vista. No tardarán en anunciarlo y, seguro, recoger los frutos de estos cinco años.