Héroes anónimos
Salustio dejó escrito que todos 'somos arquitectos de nuestra propia fortuna', y muy probablemente no fuera ésta una idea del todo descabellada de no ser porque, de repente, y sin saber muy bien la razón, todo cuanto hemos ido construyendo a lo largo de nuestra vida con amor, dedicación y buena fe se nos caiga a nuestros pies por mor de un destino injusto que no acertamos a controlar ni a comprender.
Esta tierra de olivares —que es Jaén— lo es también de gente bondadosa que ve en cada amanecer un nuevo reto para congraciarse con el prójimo y consigo mismo a través de un continuo esfuerzo y persistente dedicación en la consecución de un claro objetivo en el que se cree: el cultivo del espíritu al tiempo que la superación propia sin hacer mal a nadie, es más, beneficiando a muchos. A esos jiennenses anónimos que con perfil bajo han tomado como prioridad una labor callada y honrada, decente y honesta al tiempo que humanitaria, quiero más que nunca dedicar hoy mi espacio. El joven profesor Víctor Araque de quien todo el mundo hablaba bien, junto a Alberto Parejo y un amigo del alma, mi admirado Julio Rodríguez, pensaban competir en los Alpes para apoyar programas de la asociación de daño cerebral en Jaén, el primero ya no podrá, con tan sólo 32 años acaba de perder la vida en Dakar. Para los otros dos campeones, el apoyo de vuestra tierra vaya por delante y las condolencias para un jiennense cuya memoria nos tiene que servir para dar el lugar que justamente corresponde a los verdaderos héroes y a la gente de bien.
Escritor
Gaspar Sánchez