Los hermanos mayores también son mortales

Tanta pasión, tanta pasión… pero un día tenía que terminar. El Domingo de Resurrección se despide tras una intensa semana con olor a incienso hasta en el último rincón, nazarenos de múltiples colores caminando en línea junto a valiosas imágenes, desfilando en procesión por las calles de la ciudad ante la mirada de jiennenses, familiares venidos de fuera y turistas en general que llegan extrañados por semejante manifestación popular sin sentido aparente. Porque quien no lo ha visto nunca, no termina de asimilarlo.

21 abr 2014 / 22:00 H.

Es difícil de explicar qué hace emocionarse de verdad a un ateo reconocido ante alguno de los pasos y, sobre todo, de la figura de El Abuelo en la madrugada del Viernes Santo. Por eso hay que venir a verlo y, aun así, se marcharán sin entenderlo del todo porque no lo han vivido desde pequeños. Pero visto en frío, son como clubes selectos con sus luces y sus sombras. Con un jefe supremo, el obispo Ramón del Hoyo, que en alguna ya ha tenido que intervenir para poner orden y concierto, casos de El Santo Sepulcro o La Clemencia.
Como el último lío a cuenta de las marchas procesionales que acompañan la salida en procesión de  Nuestro Padre Jesús, aunque al final no haya llegado la sangre al río. Pero ahí queda. Y eso es lo que se conoce, lo que llega a trascender de puertas para afuera, porque la realidad es que al común de los hijos de vecinos los entresijos cofradieros, tanto de Gloria como de Pasión, les están vetados. Es otro mundo.
Qué tendrán las cofradías que levantan ese íntimo fervor, a menudo, mucho más allá de las lógicas creencias religiosas. Porque algo debe de haber hay detrás de esas luchas intestinas en algunas hermandades para llegar a presidirla, como si de ganar la liga de fútbol se tratara. O mucho más. La condición humana es así y los hermanos mayores son mortales, aunque a lo largo de esta semana que hoy termina parezca que levitan por encima del bien y del mal. 
(Publicado el domingo 20 de abril en la sección Pongamos por caso: Si yo fuera cofrade, de Diario JAEN)