Haz lo que yo digo, no lo que yo hago
Morbo en estado puro. Las páginas web del Congreso y del Senado se colapsaron la semana pasada después de colgarse las declaraciones de bienes y rentas de los diputados y senadores. La expectación era máxima, lógico, pero por simple morbo. Curiosidad natural y hasta puede que malsana, pero poco más. Es que no sirve de nada. Lo que habría que publicar es el patrimonio con el que contaban antes de entrar en política y lo que tienen hoy en día. Para comparar.

Ese sería el dato realmente importante, porque ilustraría a la perfección lo rentable que resulta para algunos el noble oficio de servir a los ciudadanos. Y quedarían en pelotas, por decirlo con delicadeza, los que no tienen oficio pero sí un grandísimo beneficio. Dicho esto, insisto, la cosa tiene su interés desde el punto de vista cotilla. Sin entrar en nombres, ni en detalles específicos, sorprende la lista de socialistas ricachones (obreros y españoles) por ejemplo. El mundo al revés. O que Llamazares tenga ahorrados más de 300.000 euros. Y luego viene Rato desde su poltrona en Bankia a pedir “moderación salarial y que se ajusten los sueldos a la productividad”. En otras palabras: Haz lo que yo digo y no lo que yo hago. Vergüenza torera es lo que les falta, hombre.
Chino en horario extraescolar. Ole ahí las narices de la Junta. No refuerzan por las tardes el Inglés, que es básico para los que quieran tener un mínimo futuro en la Universidad con los dichosos Grados, y se ponen a ofertar el Chino. Es de coña. Las familias dejándose una pasta en academias para que sus hijos tengan el nivel que en clase no les dan y en lugar de reforzar en clases de Inglés por las tardes, van y ofertan chino. Suspenso en sentido común. Que se use así el dinero público es de juzgado de guardia.
Los dos cinturones. Además de apretarnos el cinturón por la que está cayendo, cosa que no es novedad, esta semana no hay que olvidarse de ajustarse bien el otro, el del coche, porque si no, multa al canto. Ahí si es verdad que falta mentalización, como en lo de hablar por el móvil, que da verdadero pánico ver hasta a conductores de autobuses charlando alegremente al volante. Las campañas estas deberían ser eternas. Y recaudarían lo que no está escrito. En lugar de camuflarse como bandoleros por las carreteras para cazar sin compasión a diestro y siniestro en aras de nuestra seguridad. Ja y ja.
Una opción para los extrabajadores de Primayor. Acabo de leer que "Quesería Menorquina", una de las empresas en concurso de acreedores de Ruiz-Mateos, fue vendida por la administración concursal a directivos y trabajadores... ¿Piensan lo mismo que yo? ¿Sería viable que hicieran lo mismo los exempleados de Primayor con la antigua planta de Dhul en la capital? Pregunto.
(Publicado en la sección 40 grados de la edición del domingo 11 de septiembre de Diario JAEN)