Hasta siempre

ISABEL PÉREZ GODINO
de Jaén
“Esperamos que donde estés, tengas el mejor sitio porque es el que te mereces”

Solo ha pasado un mes y parece una eternidad. Cuesta imaginar una vida en la que ya no estés tú. Una vida en la que los domingos ya no serán lo mismo, aquellos días en los que nos reuníamos toda la familia para disfrutar de esas maravillosas y únicas comidas tuyas. Cada día, cada momento, cada segundo se hace más duro. Te has ido tan rápido. No nos ha dado tiempo a que nos veas trabajando como tanto deseabas. Pero hoy podemos decir con orgullo que hemos tenido la suerte de tener la mejor abuelita del mundo, de la que hemos disfrutado muchos años, años que ahora parecen un tiempo demasiado corto.

    25 ago 2013 / 08:33 H.

    Realmente todos los que te queremos nos sentimos afortunados de tenerte con nosotros, hemos crecido y madurado junto a ti, y si hoy somos lo que somos, es gracias a ti.
    Contigo hemos llorado, hemos reído, hemos pasados momentos increíbles de nuestras vidas, pero lo mejor de todo es que esos momentos han sido junto a ti.
    Entrar a tu casa y que esté todo conforme lo dejaste, tu olor, tu hamaca… pero no estas tú, la parte más importante de todos nosotros, la que siempre pedía que estuviésemos juntos y la que daba lo que hiciese falta por nosotros. Es duro esperarte y que no llegues.
    No entendemos por qué te has tenido que ir, dejándonos un vacío que jamás podremos llenar. Nada en nuestras vidas volverá a ser igual, sin tu alegría. Es muy difícil encontrar calificativos suficientes para describir a tan excelente persona. Has dejado una huella tan grande en nosotros, que es imposible de borrar. Todos quisimos despedirnos cuando llegó la hora, pero ninguno pudimos.
    Muchas cosas habríamos deseado decirte antes de tu partida, poder decirte cuánto te queremos, lo importante que eres para nosotros, la falta que haces en nuestras vidas, lo maravillosa que eres, pero todo lo que digamos es poco. Nos faltaban momentos importantes por pasar juntos, pero siempre te vamos a llevar en nuestros corazones.
    Te pedimos que estés siempre ayudándonos, aconsejándonos, protegiéndonos y, sobre todo, que estés cerca de nosotros. Esperamos que donde estés, tengas el mejor sitio porque es el que te mereces.
    Has sido una esposa, madre, suegra y abuelita ejemplar.
    A partir del 25 de julio de 2013, el cielo tiene otro color y las estrellas lucen con más intensidad.
    Queremos que estés feliz y orgullosa de todos nosotros como nosotros lo estamos de ti. Algún día volveremos a vernos y ya solo habrá alegrías, ya nadie nos podrá separar. Descansa en paz reina. Te queremos.

    Tu familia

    FRANCISCO CALZADO GÓMEZ
    de Andújar
    “Un hombre que quiso y escribió sobre su pueblo”

    El verano con su calor y horas largas en el tiempo sirve para recordar, y en este agosto recordé que, en este mes, pero de 1996, se nos marchó Francisco Calzado Gómez. ¡Cómo pasa el tiempo! Francisco Calzado era un hombre entrañable y comunicativo. Había nacido en la Andújar de 1925, y como todos los de su generación, le tocó ser niño con una Guerra Civil y adolescente con una cruda posguerra.
    Funcionario de Correos, fue un hombre de inquietudes culturales, cofundador del Ateneo de Andújar con Carlos de Torres Laguna, médico y escritor insigne con el que estuvo muy unido, allá por 1959. Fue también concejal muchos años del Ayuntamiento de Andújar, aquellos del Movimiento, que perteneciendo a la Corporación, les dieron la mano a los ayuntamientos democráticos. También estuvo unido a la Cámara de Comercio. Alternó la faceta de escritor con la de periodista en Radio Nacional, siendo director de la emisora sindical “La Voz de Andújar”. También colaboró con Televisión Española y con el NO-DO, de ahí que estas dos entidades guarden en sus archivos imágenes de Andújar. Fue cronista oficial de la ciudad. Sus grandes aficiones fueron la literatura —escribir sobre la sierra de Andújar, costumbres y personajes— y la fotografía. Tenía una viña en el paraje de Peñallana en donde pasaba temporadas.  Son varios los libros que nos dejó. Su librito “El Santuario y La Romería de la Virgen de la Cabeza”, escrito en cuatro idiomas, le llevó a ganar la Medalla al Mérito Turístico por la secretaría estatal en 1964. Un trabajo que ampliaría años más tarde, en 1994, con el nombre “La Virgen de la Cabeza y Sierra Morena”, prologado por Matías Prats. En 1960, publicó por los talleres de Diario JAEN “Año Santo en Sierra Morena”, un libro que recoge todos los acontecimientos de la recoronación de la Virgen de la Cabeza y que se ha revalorizado con los últimos acontecimientos de centenarios marianos. En 1991, publicó “El enigma de la Virgen de la Cabeza”, un libro sobre la desaparición de la imagen en el Cabezo como consecuencia de la Guerra Civil.
    Muy vinculado a Diario JAEN, fue corresponsal y colaborador, escribiendo unas bellas “Estampas serranas” a las que tuve el honor de ilustrar con fotografías mías en la década de los ochenta. “Estampas serranas” que debería ver la luz como un bonito libro.
    Se fue Francisco Calzado sin ser pregonero de la Virgen de la Cabeza. Hubiese sido un magnífico pregonero por sus dotes de comunicación. Hay una calle en la ciudad para recordar a este hombre que quiso y escribió sobre su pueblo.


    Por Juan Vicente Córcoles

    ADELA SÁNCHEZ
    HERRERA
    de Peñolite (Puente de Génave)
    “A una peñolitera de pro”

    Adela Sánchez Herrera falleció en su aldea natal Peñolite, Puente de Génave, el 14 de julio del 2013.
    Es una pena muy grande cuando los buenos se van, sobre todo, a ese viaje del que ya no volverán. Aquí todos nos quedamos sorprendidos, sin hablar, pues disfrutaste no hacía tanto de las fiestas de San Juan. Cuando te llega la hora, esa hora de partir, aunque no estés preparado, no te puedes resistir. Y aunque tú digas que no, no está listo mi equipaje, el todo poderoso custodiará tu alma hasta el final de tu viaje. En buenas manos te quedas, pues San Pedro te abrirá las puertas del paraíso donde tú descansarás. Que por ser tan buena gente, tan sencilla y solidaria, bien te echaremos de menos por San Antón, junto a la luminaria. Y nuestro santo San Juan, patrón de los Peñoliteros, te guiará en el paraíso por tus hechos tan sinceros. Aquí dejaste tu casa, a tus hijas y a tu gente, no te preocupes por nada, aunque todo es diferente. Tus hijas te echan de menos, pero también son felices, han regresado a Mallorca en busca de sus raíces. Cuando paso por tu puerta y veo la casa cerrada, se me seca la garganta y no puedo decir nada. El escalón está sucio, son las cosas del destino, ya no queda quien lo barra, casi no quedan vecinos. Los buenos recuerdos quedan del pasado y del momento, y que Dios ampare a la mala gente, pues morirá infeliz si no hay arrepentimiento. Pero tú viviste en paz con el mundo, usaste bien la razón, y por todas las cosas buenas que hiciste en vida, es por lo que tus hijas, tu familia, Juampe, tu amigo, y este que siempre te apreció, eternamente te llevaremos en nuestro corazón. Reposa en paz junto a tu esposo, por los siglos y los siglos de los tiempos tan gloriosos. Un beso para tus hijas.

    Sebastián Bustamante

    JUAN JOsé COBO FERNÁNDEZ de Jaén
    “Sigue en nuestras vidas, día a día, en nuestro recuerdo”

    Mi hermano Juanjo sigue presente en nuestras vidas, permanece, día a día, en nuestro recuerdo y, aunque calmado el dolor con el paso de los años, no dejamos, día a día, de acordarnos de él.
    La vida sigue, aunque duela decirlo, pero siempre pensamos que cómo estaríamos si estuviese él a nuestro lado.
    Su vida sería más tranquila, más familiar, seguro. Seguro que no trabajaría en su bar Elvimar, seguro que no, pero también sé que no dejaría ni un solo día de visitar su querido barrio de Peñamefécit.
    Pasaría horas y horas con sus amigos de La Cimbali, en la puerta, debatiendo de los partidos de la Liga y, cómo no, de su pasión madridista.
    Hablaría de la vida, con su amigo Paco “Cerdo” y creo, retomaría la entrañable amistad con nuestro Carmelo “Lito”, que lo quería mucho, y últimamente no veía.
    Sería, repito, más familiar. Lo repito porque de ello estoy segura, valorando más los que de verdad lo querían, su familia, sus tíos y primos, que no lo olvidan y les duele hasta recordarlo.
    Ayudaría mucho a nuestra buena madre, Elvira, luchadora incansable hasta que se nos fue. La ayudaría, por lo menos, a quedarse con su nuevo sobrino, que no conoció, pero que nosotros nos encargamos de que lo vea, lo quiera y lo conozca, como si estuviese con nosotros. Lo malcriaría seguro.
    Con su ahijada Laura seguro que compartiría cigarrillos y confidencias de barrio y con su Mario, partidos del Madrid aquí en casa y le daría dinerillos a escondidas.
    De sus hijas ni qué decir tiene lo que las adoraría. Desiree, tan responsable y buena. Presumiría de lo estudiosa que es y no se perdería ni una actuación de baile suya. Saldríamos y entraríamos a todos sitios juntos, como hacemos ahora, a veces sintiendo que está con nosotros, viviendo una nueva vida, en la playa, piscina y quien sabe, a lo mejor cogiendo ranas contigo, ¿verdad, primo Miguel?
    Esta es nuestra vida, contigo pero sin ti, en nuestro recuerdo vivo, sin nunca morir. Te quiero hermano.

    Por María del Carmen Cobo Fernández

    MARCIAL SÁNCHEZ DE LA FUENTE de Fuensanta
    “Desde hace unos meses hay un ángel muy especial en el cielo”

    Querido abuelo, cada vez que pienso en ti se me encoge el alma, no sé qué decir, por dónde empezar.  Abuelo, nunca olvidaré lo que nos querías, gracias a la familia y a ti, los más pequeños hemos tenido una infancia incomparable, insuperable, inolvidable... Nunca olvidaré nuestras tardes en el Parralejo, meter la fruta en la alberca para que estuviera fresca, el camión de arena que nos compraste a mis primos y a mí para que jugáramos y nos pusiéramos como boquerones enharinados, tus bromas y tus leyendas sobre osos y cuevas de osos donde tantas veces nos llevabas de excursión...
    Podría decirte miles de cosas, abuelo, todas buenas... Has sido un gran hombre, abuelo y padre, nunca te olvidaremos, aunque ya no estés en cuerpo, sigues presente en todos nosotros a diario, en nuestra mente y en nuestro corazón. Muchas gracias por tu forma de ser, por tu cariño, por todo... Te debemos tantas cosas.
    Tu nieta Chiqui

    Mi abuelo, mi padrino, mi segundo padre. Amigo y referente de muchos, de casi todo el que hemos tenido la grandísima suerte de conocerte. Patriarca ejemplar de tu familia. Nos dejas un gran legado. Nos has puesto el listón muy alto, has sido y serás siempre único. Te doy las gracias por haberme dado mucho de lo que soy y de lo que tengo y solo espero poder ser algún día alguien semejante a ti. Te quiero, aunque eso ya lo sabes.
    Sé que desde hace unos meses hay un ángel muy especial en cielo que me acompaña y me guía —seguro que estás junto a otros ángeles que se fueron hace tiempo—, que no me deja sola y que me abraza como tantas veces lo ha hecho. Hoy solo puedo destacar algo que nos has enseñado, ¡no olvidar dar besos y no olvidar sonreír! Y algo más: ¡Bailar!
    Un besazo detrás de otro y otro y otro.

    Tu nieta Olga