Hacia una mejor calidad de vida de los enfermos renales

En silencio y de manera sibilina, sin que la persona se entere. Así “ataca” la insuficiencia renal a sus víctimas. Una enfermedad que llega a hacerse crónica en sus pacientes, los cuales sufren una disminución lenta y progresiva de la función de los riñones, hasta que dejan de trabajar como filtros. Momento en el que el afectado debe ser sometido a los tratamientos que sustituyen la actividad del órgano: la diálisis (hemodiálisis y diálisis peritoneal) y el trasplante.

05 nov 2015 / 10:20 H.


Desde hace 38 años, la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales (Alcer) de Jaén trabaja en pos de estas personas que sienten cómo sus vidas dan un giro de 180 grados. “El paciente tiene que saber que es un enfermo y cómo tiene que actuar, al igual que su familia”, explica el presidente de la asociación, José Manuel Crespo. En este sentido, la organización tiene vocación de servicio público, no solo para los enfermos renales y sus familias, sino para el conjunto de la sociedad.
Sin embargo, ante la insuficiente financiación obtenida de las administraciones para acometer los programas necesarios, Alcer promueve una campaña para obtener recursos alternativos. Asimismo, la iniciativa pretende difundir un mensaje a favor de la donación de órganos. Y es que, según indica Crespo, el trasplante es el mejor de los tratamientos al que, actualmente, se puede someter un enfermo de Insuficiencia Renal Crónica. “El tiempo medio de espera para ser trasplantado es de un año y medio, pero puede variar desde los siete meses a los siete años. Las intervenciones de la provincia de Jaén se realizan en el Hospital Virgen de las Nieves, de Granada. A día de hoy, hay una lista de espera de 83 jiennenses”, informa José Manuel Crespo.
Entre los servicios que ofrece la asociación, destaca la atención psicológica. “Este tratamiento pretende mejorar la calidad de vida y la adaptación tanto del paciente como de los miembros de su entorno familiar. El estilo de afrontamiento y el nivel de adaptación va a depender del nivel y modo de información que reciba, del apoyo social y recursos ambientales y de las competencias del enfermo para hacer frente al estrés y la disponibilidad de tratamiento psicológico”, manifiesta José Manuel Crespo. Por otra parte, el representante del colectivo hace especial hincapié en una realidad que afecta a muchas familias jiennenses y que se agrava en los enfermos renales. “La renta del 70 por ciento de estos pacientes no supera los 600 euros mensuales”, apunta. No obstante, resalta que el Servicio Andaluz de Salud les cubre todos los tratamientos. “Lo único que tenemos que pagar es el copago farmacéutico, que como mucho es de ocho euros al mes”, matiza el presidente.
Otro de los servicios que ofrece Alcer es el de orientación e inserción laboral. Como recuerda Crespo, una de las mayores dificultades a las que se enfrentan las personas con Insuficiencia Renal Crónica es la incorporación al mercado laboral. “Encuentran limitada su actividad en el trabajo y les es más difícil su integración a este mercado”, agrega.
Entre los principales fines que persigue Alcer destacan la asistencia e información a los enfermos del riñón en sus aspectos médico y social; fomentar la investigación de los problemas que plantea; divulgar la información sanitaria popular; crear centros especiales en el tratamiento de los enfermos, así como la difusión de derechos que asisten a los pacientes.