Hacerse fuerte en casa
Recién ascendido, con uno de los presupuestos más bajos de los 20 equipos del Grupo IV de Segunda B, el Linares quiere hacer de Linarejos el fortín de cursos pasados para lograr la permanencia. En su estadio el conjunto azulillo ha fraguado la mayor parte de sus éxitos. Sin embargo, la trayectoria se ha invertido esta temporada. El equipo de Torres solo ha celebrado una victoria, frente al Betis B, y su bagaje no va más allá de un puñado de empates y dos derrotas, ante el Granada B y el Cádiz.
Pese al vuelco estadístico en relación con otros años, jugadores y cuerpo técnico se muestran convencidos de que revertirán la situación y las alegrías volverán al viejo campo de la Avenida Primero de Mayo. “Las sensaciones son buenas y hemos merecido más en muchos partidos, pero esta categoría está muy igualada y es difícil lograr victorias”, asegura Fran Lara, uno de los pocos futbolistas que ha sido convocado en los catorce partidos que se llevan disputados de campeonato.
A la hora de encontrar una causa a los atípicos resultados aparece el proceso de adaptación del equipo en la categoría y el hecho de que el potencial de los rivales sea mucho mayor y el respeto menor a los tiempos de Tercera. Para Lara es cuestión de rachas. “Veo al equipo bien y estoy seguro de que van a venir los buenos momentos”, insiste. Sobre su rendimiento en su debut en la categoría, el pivote defensivo de Montilla no puede estar más satisfecho. “La verdad es que estoy contento, sobre todo porque tengo la confianza y la regularidad que cualquier futbolista necesita para demostrar sus cualidades”, afirma.
Lara se convirtió en un jugador “fundamental” para el Linares el pasado año. Nadie dudó sobre su continuidad. Se la había ganado a pulso. En tan solo dos temporadas ha pasado de jugar en la Primera Andaluza, en las filas del Torredonjimeno, a no perderse ni un partido con su actual club. A Torres le aporta control en la medular con el añadido de que, debajo de un buen físico, se esconde un futbolista con recursos técnicos que dan equilibrio a la pareja de mediocentros. Además, va bien de cabeza y es un seguro a la hora de defender las jugadas de estrategia.
Formado en las categorías inferiores del Córdoba CF, solo espera lograr el objetivo con la camiseta azulilla y seguir creciendo como profesional. “Aquí estoy para aprender. Soy aún joven y en esta plantilla me siento muy cómodo. Los compañeros me tratan muy bien, al igual que la afición”, destaca el joven deportista montillero, quien tiene un año más de contrato. A pesar de su edad, 22 años vive su buen momento en el plantel azulillo con la naturalidad de quien pisa el césped con total tranquilidad y seguridad. Es, sin duda, una futbolista sin techo y un futuro prometedor en el Linares.
Pese al vuelco estadístico en relación con otros años, jugadores y cuerpo técnico se muestran convencidos de que revertirán la situación y las alegrías volverán al viejo campo de la Avenida Primero de Mayo. “Las sensaciones son buenas y hemos merecido más en muchos partidos, pero esta categoría está muy igualada y es difícil lograr victorias”, asegura Fran Lara, uno de los pocos futbolistas que ha sido convocado en los catorce partidos que se llevan disputados de campeonato.
A la hora de encontrar una causa a los atípicos resultados aparece el proceso de adaptación del equipo en la categoría y el hecho de que el potencial de los rivales sea mucho mayor y el respeto menor a los tiempos de Tercera. Para Lara es cuestión de rachas. “Veo al equipo bien y estoy seguro de que van a venir los buenos momentos”, insiste. Sobre su rendimiento en su debut en la categoría, el pivote defensivo de Montilla no puede estar más satisfecho. “La verdad es que estoy contento, sobre todo porque tengo la confianza y la regularidad que cualquier futbolista necesita para demostrar sus cualidades”, afirma.
Lara se convirtió en un jugador “fundamental” para el Linares el pasado año. Nadie dudó sobre su continuidad. Se la había ganado a pulso. En tan solo dos temporadas ha pasado de jugar en la Primera Andaluza, en las filas del Torredonjimeno, a no perderse ni un partido con su actual club. A Torres le aporta control en la medular con el añadido de que, debajo de un buen físico, se esconde un futbolista con recursos técnicos que dan equilibrio a la pareja de mediocentros. Además, va bien de cabeza y es un seguro a la hora de defender las jugadas de estrategia.
Formado en las categorías inferiores del Córdoba CF, solo espera lograr el objetivo con la camiseta azulilla y seguir creciendo como profesional. “Aquí estoy para aprender. Soy aún joven y en esta plantilla me siento muy cómodo. Los compañeros me tratan muy bien, al igual que la afición”, destaca el joven deportista montillero, quien tiene un año más de contrato. A pesar de su edad, 22 años vive su buen momento en el plantel azulillo con la naturalidad de quien pisa el césped con total tranquilidad y seguridad. Es, sin duda, una futbolista sin techo y un futuro prometedor en el Linares.