Guerra 'fría' contra los grafitis

Rafael Abolafia/Jaén
Una empresa de la capital es una de las primeras en España en aplicar una novedosa técnica para limpiar los grafitis de los edificios sin dañar la superficie. Se trata de aplicar una especie de 'hielo seco' que elimina todo rastro de pintura, pero sin causar desperfectos. Los resultados han sido sorprendentes en la iglesia del Salvador.

    15 dic 2011 / 10:51 H.

    La firma se llama CO2ICE Aplicaciones Criogénicas y es propiedad de Diego Muñoz, un joven emprendedor que, a sus 35 años, ha decidido poner en marcha esta aventura empresarial que aúna innovación y tecnología. La sociedad, que tiene su sede en el polígono de Los Olivares, limpia los grafitis con un sistema muy novedoso que aplica dióxido de carbono congelado. “Hasta ahora, el método más utilizado para eliminar las pintadas es lo que se conoce como el chorreado de arena. Es un sistema abrasivo, que acaba con la pintura, pero también corroe la superficie, lo que puede originar daños y desperfectos”, explica Diego Muñoz, el responsable de la firma. De este modo, la fórmula que trabaja CO2ICE Aplicaciones Criogénicas es “completamente respetuosa” con los edificios: “No provoca ningún desperfecto, solo limpia la pintura”, aclara el empresario.
    Por ello, Muñoz asegura que el dióxido de carbono congelado es recomendable para la eliminación de grafitis en inmuebles históricos o protegidos, como iglesias, templos y palacios. De momento, la sociedad ha puesto en marcha una serie de demostraciones para dar a conocer el producto y sus importantes aplicaciones: “Hemos hecho una limpieza en la iglesia del Salvador y los resultados son espectaculares”, explica Diego Muñoz.
    Este joven emprendedor jiennense comenzó a trabajar en la empresa familiar, Frigoríficos Lombardo, poco después de acabar el Bachillerato. Desde entonces, ha tratado de buscar nuevos mercados y vetas de negocio: “Con los tiempos que corren, cada vez tengo más claro que la única manera de sacar la cabeza es innovar”, agrega. Por ello, es uno de los pocos empresarios españoles que ha apostado por librar una guerra “fría” contra los grafitis. “Yo no he inventado nada, pero comprendí que el dióxido de carbono congelado podía tener esa aplicación y puse en práctica esa idea”. La técnica también sirve para limpiar motores o maquinaria en los que no se puede utilizar agua.