Guardiola, 'Mou' vs M. Herrero
Si bien la gestión de recursos financieros, energéticos o comerciales resulta fundamental para el éxito de una empresa, el recurso que más genera eficiencia, productividad y excelencia es la gestión del elemento central de la organización, que es la persona. En el departamento de recursos humanos, o mejor dicho, los 'humanos con recursos', se sabe que uno de los factores clave para el éxito de cualquier proyecto formado por personas es el liderazgo.
Cuando existe ausencia de este, la empresa van sin rumbo, a impulsos, y eso lo padecen incluso los estados al ver un timón abandonado. El liderazgo genera confianza, emociones, y esta a su vez comunicación y participación. Para ello el líder busca desafíos, innova, fomenta la experimentación y aprende de los errores, consiguiendo difundir objetivos comunes. El buen líder reconoce el aporte de cada integrante y celebra los triunfos en equipo, fundamentalmente siendo modelo y ejemplo de lo que exige. En respuesta, las personas pasan de la motivación al compromiso. El mundo de la empresa tiene un hermoso paralelismo con el del fútbol. De un tiempo a esta parte hemos visto triunfar un equipo, el FC Barcelona, liderado por Guardiola. Él, mejor que nadie, ha sabido transformar un grupo de trabajo en trabajo en equipo priorizando los intereses del conjunto a los logros individuales. Lo ha tenido fácil pues se ha basado en la humildad que genera alimentar un equipo con gente de la cantera. Su gestión es ejemplo de liderazgo. En frente tiene a un gran equipo, el Real Madrid, liderado por Mourinho, al que aún le cuesta presentar un liderazgo asumido y opta más por la figura de jefe de imposición: “O estás conmigo o contra mí”. En una mezcla de egomanía y paranoia, apenas ha conseguido aunar el talento de gente diversa y cambiante, sin ser un ejemplo de unión y respeto al adversario. Al margen de esta liga bipolar a la escocesa, Madrid—Barcelona, que henchida de alegrías para unos y hastiada de desencantos y vergüenza para otros, nos llena de ilusión como el Real Jaén inicia la temporada de forma magnífica, tanto en Liga como en Copa. Y es que empezamos a pensar que los resultados no son fruto de la casualidad o de una racha. Este otro equipo blanco encadena una evolución exitosa desde que tomara las riendas Manolo Herrero. Al más puro estilo Guardiola, mediante la humildad y trabajo, ha conseguido engranar un grupo de jóvenes canteranos (incluso hay un Pedrito) con ilusión, trabajo en equipo y confianza, en busca de la excelencia. El equipo muestra disciplina, respeto, participación y toque, y eso es el resultado del trabajo de un gran líder, que ya nos hizo disfrutar como jugador, que está en Jaén y se llama Manolo Herrrero, el Guardiola blanco, todo un ejemplo de liderazgo para las empresas de nuestra provincia.
Rafael Peralta es economista