Gracias, María Antonia
Cuando supe que la conferencia inaugural de los cursos de verano de la UNIA 2010 en Baeza estaría a cargo de María Antonia Iglesias, no dudé en asistir y mira que fue difícil, porque no cabía un alfiler. Era una gran oportunidad de conocer a una mujer que había leído en “Triunfo”, “Informaciones”, “Tiempo”, “El País” y había escuchado en radio y televisión.
Mi intención era darle las gracias porque a través de sus entrevistas y libros pude entender a políticos como Fraga, Suárez, González, Aznar, Arzalluz o al honorable Pujol. El día de antes rebusqué para llevarme algún libro suyo y que me lo firmara. Me decidí por uno de los que más me había impactado: “Maestros de la República”. Como tú muy bien decías, el único delito que cometieron fue defender la enseñanza y la cultura frente a la ignorancia y la sumisión, delito grave ayer, hoy y mañana; cuanto más incultos más marionetas. Si te hubiera vuelto a ver te habría dado las gracias por ser una de las primeras que destaparon la trama de los bebés robados. Gracias por tu sinceridad, tu valentía y tu vehemencia para defender lo que creías, pero sobre todo por ser coherente con tus principios hasta el final.