Gracias
Elvira López Cruz desde Andújar. Buenos días, soy una lectora de su diario desde hace muchísimo tiempo, pero hoy necesito hacerme eco de un acontecimiento, que me atañe íntima y personalmente; pero no solo a mí, el 90% de las personas se ven, o se han visto, en algún momento de sus vidas, en una situación similar a la mía: me refiero al nacimiento de un hijo o un familiar, o amigo. Algo así de natural y sencillo que nos afecta a todos, y del cual he sido protagonista en los últimos días.
Y que requiere de una atención sanitaria igual de natural y sencilla, pero con profesionalidad y respeto. Y de eso se trata mi noticia, que aunque parezca raro, no es una mala noticia, sino todo lo contrario: Tuve el acierto de elegir la asistencia de los profesionales del Hospital Alto Guadalquivir, tanto el seguimiento del embarazo como en el momento del alumbramiento. Y tengo que decir que ha sido una experiencia maravillosa (y que no todas las madres tienen del nacimiento de sus hijos). Es por esto que en tiempos de desprestigio a los empleados públicos, en medio de recortes salariales y protestas sindicales, mi hija ha venido al mundo con la ayuda de profesionales, adjetivo que en estos tiempos se cotiza al alza. Y que nosotros no queremos dejar pasar por alto y deseamos que tuviera un reconocimiento público a través de su publicación. Además nos gustaría trasladar a todos los iliturgitanos nuestras felicitaciones por tener a su disposición un centro de características técnicas y humanas tan destacables, y que sin duda valorarán justamente. También agradecer, cómo no, al equipo de Ginecología, Hospitalización, celadores, enfermeros, auxiliares, servicio de limpieza y comedor, por su estupenda labor y trato cordial, agradable y respetuoso. Y hacerles a ellos protagonistas y partícipes de esta enorme alegría de la que ahora gozamos en la familia, y que no hubiera sido así sin su labor.