¿Golpes de ultratumba?
Me despertaron unos golpes secos en una de las paredes del dormitorio. Mi hermano menor dormía a mi lado y no se enteró de lo que ocurría.
Al principio, pensé que podía haber sido un sueño pero, tras un tiempo, se volvió a repetir el mismo sonido, los mismos golpes en la pared. Reconozco que empecé a tener miedo por no saber cuál podía haber sido el origen de esos extraños ruidos. Me dormí pero, a la noche siguiente, ocurrió igual. Mi hermano, que también oyó el ruido esa segunda noche, se sumó a la preocupación y el miedo ante esos golpes extraños. Una mujer mayor, tras contarle lo sucedido, me comentó que era un alma del otro mundo que quería tomar contacto conmigo. Me dijo que, cuando volviera a escuchar los golpes, me pusiera con los brazos en cruz y le pidiera a ese ser de ultratumba que se identificara y le preguntara qué quería de mí. Esa noche, de acuerdo con mi hermano, intentando superar el miedo, me planté en la habitación con los brazos en cruz y, llamando a ese ser desconocido para contactar con él, para ver qué quería de mí. Cuando mi hermano y yo esperábamos la respuesta, se abrió la puerta del dormitorio y, en vez de aparecer la figura misteriosa que esperábamos, apareció nuestro padre en calzoncillos, al que habíamos despertado, fruto de nuestra historia. Nos dijo que estuviéramos en silencio, apagó todas las luces, y estuvo un rato pasillo abajo, pasillo arriba y, efectivamente, de vez en cuando, se escuchaban los golpes en la pared. Entró de nuevo al dormitorio, y nos dijo que ya sabía quién era el alma de ultratumba. El frigorífico, que daba, de vez en cuando, unos golpes en la pared, cuando se descargaba periódicamente.