Golpe decisivo al entramado más radical de la cantera terrorista

La democracia acorrala día a día a la banda terrorista ETA y a todo el entramado que la sostiene, desde organizaciones pseudopolíticas hasta su cantera de futuros asesinos. En esta línea es donde, precisamente, hay que situar la operación desarrollada el viernes de madrugada por la Policía Nacional en el País Vasco y Navarra, que permitió la detención de una quincena de personas, presuntamente integrantes de Segi, la banda juvenil clandestina considerada cantera de ETA. Alrededor de trescientos agentes participaron en el operativo, que ha permitido dar por desarticulada la estructura directiva de este entramado, de manera que se restringe la capacidad de regeneración de militantes de la banda asesina y se merma la operatividad de un grupo de jóvenes dedicados al terrorismo callejero. La Policía está convencida de la absoluta sintonía de este grupo con los postulados más radicales de los asesinos de ETA y con la violencia como único y primordial vehículo de expresión, de ahí que el éxito de la operación sea otro varapalo más quienes sustentan de alguna forma a los asesinos. La noticia de las detenciones se produce en medio de la polémica por la frase de Zapatero en la que algunos han querido interpretar una mano tendida a Batasuna al decir que los pasos que está dando la izquierda abertzale no serían “en balde”. Sacadas de contexto o no, las palabras han dado pie a múltiples interpretaciones y, cómo no podía ser menos, el titular de Interior salió también al paso. Alfredo Pérez Rubalcaba aclaró que la política antiterrorista del Gobierno no ha cambiado “ni un ápice” en los últimos años y puso el acento especialmente en que Batasuna sólo tiene dos caminos posibles —los mismos que ha tenido desde siempre—, convencer a ETA de que desaparezca sin condiciones o desligarse por completo de ella como única vía de entrar en la legalidad democrática.

    24 oct 2010 / 10:00 H.