Genocidio cristiano en Irak
No entiendo, al igual que millones de ciudadanos de este planeta, por qué la comunidad internacional prefiere mirar a otro lado, en vez de acabar con este genocidio que se está realizando en Irak con los cristianos iraquíes. Antes de la invasión de Estados Unidos a Irak, había más de un millón de cristianos en este país, incluyendo más de 600.000 en Bagdad y casi 60.000 en Mosul. Por primera vez en más de quince siglos, ya no quedan cristianos en Mosul. La disyuntiva es espantosa: o te conviertes y pagas impuestos, o te marchas, o la muerte. El Estado Islámico (ISIS) les ha dado a elegir entre el exilio o la muerte antes de obligarlos a pagar un rescate. El obispo caldeo de Bagdad, monseñor Saad Syroub lanzó un mensaje de angustia: “No tenemos palabras, porque lo que ha ocurrido es realmente impactante. Los cristianos viven en Mosul desde hace siglos y esas familias han sido arrancadas de su ciudad, de sus casas, de sus vidas, de repente.”. Los refugiados se hacinan en la llanura de Nínive, pero durante la pasada noche del 6 al 7 de agosto de 2014, los habitantes de Qaraqosh, Qaramless, Bartala, Tell Keff, Ba’ashika, y la llanura de Nínive han huido tras la retirada kurda. Mientras la falta de respuesta de la comunidad internacional es a la vez injusta e inaceptable, la pasividad de las grandes potencias, de la ONU y de la Liga Árabe es ignominiosa.
El 20 de julio, Ban Ki Moon, secretario general de la ONU, dijo: “Los ataques sistemáticos contra la población civil a causa de su origen étnico o filiación religiosa pueden constituir un crimen contra la humanidad cuyos autores deberán rendir cuentas”. También, el 21 de julio, el Consejo de Seguridad de la ONU señaló: “Condenamos firmemente la persecución sistemática por parte del Estado Islámico y sus grupos afines a las personas pertenecientes a minorías religiosas y aquellas personas que se niegan a adoptar la ideología extremista del Estado Islámico”. Insto a Naciones Unidas, a la Liga Árabe y a los dirigentes del planeta, junto con las autoridades religiosas de las diferentes confesiones, a poner fin a estos atropellos. Por favor, por Allah, por Yahveh o por Jesucristo. ¡Paren este terror!
El 20 de julio, Ban Ki Moon, secretario general de la ONU, dijo: “Los ataques sistemáticos contra la población civil a causa de su origen étnico o filiación religiosa pueden constituir un crimen contra la humanidad cuyos autores deberán rendir cuentas”. También, el 21 de julio, el Consejo de Seguridad de la ONU señaló: “Condenamos firmemente la persecución sistemática por parte del Estado Islámico y sus grupos afines a las personas pertenecientes a minorías religiosas y aquellas personas que se niegan a adoptar la ideología extremista del Estado Islámico”. Insto a Naciones Unidas, a la Liga Árabe y a los dirigentes del planeta, junto con las autoridades religiosas de las diferentes confesiones, a poner fin a estos atropellos. Por favor, por Allah, por Yahveh o por Jesucristo. ¡Paren este terror!