MAITE RODRÍGUEZ MARTÍNEZ: “Nunca tiempos pasados fueron mejores”
Juana Pastor / Jaén
Hace cuarenta años contaba con sólo 18 primaveras y sigue conservando su vitalidad, energía, buen humor y ganas de vivir; mira a los ojos a quien conversa con ella y esto nos ayuda a conocerla un poco mejor. Nace en Turón, Mieres, en plena cuenca minera asturiana del valle del Nalón. Es hija de padre andaluz (de Bailén) y madre asturiana. Sonríe cuando comenta “no tengo patria” ya que en Bailén nos conocen como los asturianos y en Turón como los andaluces, se considera ciudadana del mundo aunque esto suene a tópico. Está casada con Francisco Torres, también de Bailén, licenciado en Ciencias Físicas, catedrático de Matemáticas de enseñanza media, jubilado ya. Tiene tres hijos: José María, profesor en un instituto de Málaga; Víctor Enrique, profesor en Torredelcampo, y Francisco Javier, reportero gráfico de Televisión Española en Madrid. Hojeamos un álbum de fotos y observo algunas de sus comienzos como locutora aspirante en “La voz de Jaén”.
![La locutora de radio de origen asturiano, Maite Rodríguez Martínez, recoge unos limones en el patio de su domicilio. Foto Agustín Muñoz](images/stories/diariojaen/lasemana/gena211208.jpg)
Hace cuarenta años contaba con sólo 18 primaveras y sigue conservando su vitalidad, energía, buen humor y ganas de vivir; mira a los ojos a quien conversa con ella y esto nos ayuda a conocerla un poco mejor. Nace en Turón, Mieres, en plena cuenca minera asturiana del valle del Nalón. Es hija de padre andaluz (de Bailén) y madre asturiana. Sonríe cuando comenta “no tengo patria” ya que en Bailén nos conocen como los asturianos y en Turón como los andaluces, se considera ciudadana del mundo aunque esto suene a tópico. Está casada con Francisco Torres, también de Bailén, licenciado en Ciencias Físicas, catedrático de Matemáticas de enseñanza media, jubilado ya. Tiene tres hijos: José María, profesor en un instituto de Málaga; Víctor Enrique, profesor en Torredelcampo, y Francisco Javier, reportero gráfico de Televisión Española en Madrid. Hojeamos un álbum de fotos y observo algunas de sus comienzos como locutora aspirante en “La voz de Jaén”.
Meses más tarde, cambia de medio y pasa a Radio Popular, donde permaneció cuatro años consiguiendo su carnet profesional. Vuelve de nuevo a “La voz de Jaén”; más tarde, Radio Nacional, donde permaneció hasta el año 2006, en el que se prejubiló como jefe de Emisiones y Producción.
Siempre le gustaron los retos y consiguió cuanto se propuso —no sin esfuerzo— con estudio y tesón. En 2004, el Instituto de la Mujer le concedió el Premio Meridiana por su labor en defensa y dedicación a la mujer. Sus grandes pasiones son su familia, la radio y la música. Le brillan los ojos cuando me habla del más pequeño de la casa, su nieto. Para ella, hoy es su función más gratificante: ejercer de abuela. Dedica también tiempo a otras actividades que antes no podía hacer.
—¿A qué dedica su tiempo libre?
—Canto como soprano en el Coro de la Real Sociedad Económica de Amigos del País donde hago mis pinitos de solista y me lo paso bien con mis compañeros. Recientemente, he ingresado en la Compañía Lírica Andaluza. Soy además vocal de la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa de Jaén, coordinadora de la Asamblea de Mujeres periodistas de la provincia, a la vez que representante de esta Asamblea local en la andaluza y de la recientemente formada en España. La informática también ocupa parte de mi tiempo. Internet ha sido para mi un descubrimiento increíble que abre una ventana mágica al conocimiento y al mundo.
—Siendo asturiana de nacimiento, hace bueno nuestro refranero: “Porque Dios la quiso bien, casa le dio en Jaén”. ¿Cuántos años lleva ya en nuestra tierra?
—Unos 44, desde los 16 años.
—¿La radio fue vocación u obligación?
—Los de mi generación no teníamos televisión en nuestros primeros años; así que la radio era el único entretenimiento que teníamos de chicos y grandes. Aún recuerdo hoy los legendarios seriales de la Ser, títulos como Sangre Negra y La Madre, entre otros. Voces tan estupendas como las de Matilde Conesa, Matilde Vilariño y Pedro Pablo Ayuso. El teatro radiado del magnífico cuadro de actores de Radio Nacional de España y programas semanales que reunía a toda la familia en torno a la radio cada noche, como Matilde, Perico y Piquín, El Zorro, zorrito, Ustedes son formidables y el musical de Raúl Matas, al que todos los jóvenes éramos aficionados. En La voz de Asturias, todavía recuerdo a la sin par Menchu Álvarez del Valle, abuela de Letizia. Para mí fue un referente ya desde la niñez. La radio siempre ha estado presente en mi vida y el destino me dirigió a entrar por casualidad en ella. Yo he tenido la gran suerte de trabajar en lo que de verdad me gustó siempre y con lo que he disfrutado muchísimo. Lo he considerado siempre una vocación, más que una obligación.
—¿Cómo era la radio de los años 60?
—Entretenida, cercana a los oyentes, en la que había mucho compañerismo, incluso entre empleados de distintas emisoras. Pero también había muchas prohibiciones, muchos vetos gubernamentales y demasiadas exigencias por parte de los directores. En cuanto te equivocabas o hacías un silencio, inmediatamente te llamaban al despacho y “rapapolvo al canto”. Yo pienso que nunca tiempos pasados fueron mejores.
—Más tarde, en la década de los 70 se produce un cambio importante en nuestra sociedad. Desde el punto de vista profesional, ¿cómo vivió la Transición?
—Con mucha ilusión. Recuerdo que la primera vez que fui a votar la ilusión me hizo llorar. También he de decir que estaba encantada de estar viviendo esos acontecimientos, tan trascendentales para los españoles, tan de cerca y en primera persona gracias a mi trabajo. Esa etapa fue apasionante. También recuerdo que en aquellos momentos había una especie de complicidad entre periodistas y políticos que con el tiempo ha ido desapareciendo.
—¿Radio o televisión?
—La televisión llegó tarde para mí, ya que las cadenas nacionales eran inalcanzables y cuando se empezaron a instalar las locales ya era tarde para empezar en otro medio de comunicación. De todas formas no descarto en cualquier momento hacer alguna “cosita”.
—¿Destaca algún programa en especial?
—De la radio prefiero los magazines —que además informan— y los programas musicales de la Radio Clásica, de RNE. Juan Ramón Lucas me encanta y lo escucho siempre que puedo. De la televisión me gustan mucho las películas de los años 40 y 50 así como los reportajes.
—¿Cómo consigue distribuir la jornada para poder desempeñar tantas actividades como lleva a cabo?
—Ser Virgo me ayuda; la organización es cosa de los nacidos bajo ese signo y reconozco que lo llevo aceptablemente bien. Sólo tienes que fijar prioridades y dedicar su tiempo a cada actividad. Ten en cuenta que son vocaciones y no obligaciones.
—¿Es complicado coordinar la Asamblea de Mujeres Periodistas?
—Aún es pronto para analizarlo. Es un reto que estoy empezando a afrontar. De todas formas, las compañeras están facilitándome mucho la labor. Me encanta pensar que desde este puesto aporto mi granito de arena para que las mujeres periodistas en activo puedan conciliar familia y trabajo, realizándose plenamente sin tener que elegir.
—Alguien dijo que la música es un buen complemento para el ser humano, es alimento para el espíritu y bálsamo para el corazón, ¿qué le parece?
—La música considero que es imprescindible en nuestras vidas. Cada momento tiene su banda sonora. Por otro lado, la experiencia llevada a cabo con las madres gestantes que escuchan música clásica, especialmente a Mozart, tienen niños más tranquilos y relajados, pero no sólo la música es buena para nosotros. Ya se está poniendo música clásica en granjas de animales con muy buenos resultados así como en viveros de plantas y hortalizas.
—¿Música polifónica o zarzuela?
—Yo te diría que ambas, además de la música tradicional, la copla y toda la clásica.
—Un valor | —Tu mejor éxito |
—La familia | —Mis tres hijos |
—Una ilusión | —Una virtud |
—Mi primera zarzuela | —La generosidad |
—No olvida | —Un color |
—Mi infancia en Asturias | —Todos los azules |
—Una ciudad | —Un árbol |
—Praga y La Habana | —El castaño |
—Profesional de la radio | —Un compositor clásico |
—Victoria Prego | —Tchaikovsky |