Garrapatas hasta en la sede vecinal

Sin temor alguno, una nueva plaga de garrapatas invade el casco antiguo de la ciudad. En esta ocasión, los ácaros se localizan en las Faldas del Castillo de Santa Catalina, donde sus vecinos no soportan que día sí y día también estos parásitos se metan en sus casas.

09 sep 2015 / 10:03 H.

Si hace unas semanas los residentes de la calle Hospitalico, en el vecino barrio de La Magdalena, denunciaron la aparición masiva de garrapatas debido a un solar abandonado, ahora se trata de una casa dejada a su suerte. En el número 21 de la calle Inspector Molinos existe un edificio que llegó a ser la sede de la Asociación de Vecinos Faldas del Castillo. Sin embargo, según indican los habitantes de la zona, la construcción está cerrada y ya hace años que nadie entra allí. “Se supone que es de titularidad municipal, pero aquello ya dejó de utilizarse pues la puerta está soldada ya que empezaron a meterse okupas”, cuenta Rafael Calzado Castillo, cuya casa está en la misma calle, concretamente en el número 17. De hecho, en la página web del Ayuntamiento aparece la dirección de la sede del colectivo en la casa que denuncian los vecinos.
Temeroso por los problemas de salubridad que acarrean estos parásitos, Rafael se movilizó para ponerlo en conocimiento de la Administración local al igual que la asociación de vecinos. “Llamé al Ayuntamiento y me pasaron con Sanidad pero no se puso nadie. Hace unas semanas ya nos dijeron que en agosto lo iban a fumigar, pero aún estamos esperando”, cuenta.
En este sentido, los residentes se quejan de la cada vez mayor aparición de garrapatas en las calles y, lo que es peor, en sus hogares. “El otro día por la mañana me encontré una por mi casa. Es una vergüenza”, manifiesta, indignado el jiennense, quien mantiene la esperanza de que los responsables de la construcción la limpien y fumiguen como ocurrió en el caso del solar de La Magdalena. “Esto no nos había ocurrido nunca, excepto hace dos años cuando un perro que pasaba por la zona las llevaba. Sin embargo, ahora las tenemos permanentemente”, indica el hombre, quien se remite al número 21 como epicentro de la plaga de los ácaros. “Yo soy uno de los principales afectados porque mi casa es una de las que colinda con la construcción. Además, el otro día le quitaron hasta veinte garrapatas al perrito de una familia que vive aquí y que tiene cuidada a su mascota”, relata el vecino, quien insiste en la urgencia de limpiar y fumigar la casa por evidentes motivos de higiene.