García Morente y el 'hecho extraordinario'

Juan Antonio Narváez Sánchez desde ÚBEDA. Hay jiennenses ilustres que han pasado a formar parte del acervo cultural e histórico de nuestra provincia, por eso tiene interés testimonial recordar el 75 aniversario del 'hecho extraordinario' relacionado con Manuel García Morente (Arjonilla, Jaén, 1886 — Madrid, 1942); o, para ser más preciso, del acontecimiento prodigioso directamente vinculado a su conversión profunda y a su retorno al catolicismo.

    12 dic 2012 / 16:24 H.

    Aunque educado en el ideal cristiano, a los catorce años perdió la fe y cayó en un relativismo religioso que afirmaba que ninguna religión era verdadera. Pero no por ello su actitud le llevó a ser un anticatólico furibundo; sentía un delicado respeto y comprensión hacia los demás. Evidencia de ello son sus propias palabras: “Mi hermana, pocas horas antes de morir, me hizo prometer que si algún día la gracia de Dios nuestro señor venía a visitarme, no le haría resistencia. Yo se lo prometí”. Y es lo que ocurrió una noche en París, en 1937. Mientras escuchaba en la radio un fragmento de “La infancia de Jesús” de Berlioz se sintió envuelto en un halo misterioso que no era otra cosa que la presencia real de la divinidad y que, según relataría más tarde, le hizo exclamar: “Ese es Dios, ese es el verdadero Dios, Dios vivo; esa es la Providencia viva —me dije a mí mismo—. Ese es Dios, que entiende a los hombres, que vive con los hombres, que sufre con ellos, que los consuela, que les da aliento y les trae la salvación”. Estamos viviendo en la Iglesia católica el año de la fe; es trascendente, pues, recordar la actitud de algunos de los personajes destacados de nuestra reciente historia, quienes por su honradez intelectual encontraron a Dios, o volvieron a él, como fruto de su aventura por trabajar en la búsqueda de la verdad. Y esta trayectoria, siempre que se sigue con integridad y rectitud, tiene como único final a Dios.