GAB JAÉN.- Cuando el balonmano hace muy buenos amigos
JOSÉ EUGENIO LARA
Camino de Barcelona 92, en un año mágico para el deporte español, un grupo de amigos, defensores e impulsores del balonmano en Jaén, descubrió que este deporte empezaba a desvanecerse y a mostrar síntomas de desintegración. Los rescoldos del antiguo ADA se apagaban de forma irremediable y el Balonmano Jaén, germen de todo, comenzaba a perder fuerza y casi a tambalearse. Era el momento de darle un giro a este deporte y de sentar las bases de un club que recuperara la ilusión que despertó aquel mítico equipo que se codeó con los mejores conjuntos españoles. Así, el 27 de abril de 1992, un grupo de jiennenses se reunió para intentar poner en marcha un proyecto que restaurara el espíritu del balonmano.

Camino de Barcelona 92, en un año mágico para el deporte español, un grupo de amigos, defensores e impulsores del balonmano en Jaén, descubrió que este deporte empezaba a desvanecerse y a mostrar síntomas de desintegración. Los rescoldos del antiguo ADA se apagaban de forma irremediable y el Balonmano Jaén, germen de todo, comenzaba a perder fuerza y casi a tambalearse. Era el momento de darle un giro a este deporte y de sentar las bases de un club que recuperara la ilusión que despertó aquel mítico equipo que se codeó con los mejores conjuntos españoles. Así, el 27 de abril de 1992, un grupo de jiennenses se reunió para intentar poner en marcha un proyecto que restaurara el espíritu del balonmano.
Manuel Ortega, Juan Párraga, José Carlos Sobrado, Francisco Espejo, Antonio Hornos y Jesús Castro firmaron, en la notaría de la calle Navas de Tolosa de la capital, un documento por el que se daba de alta lo que hoy es el Grupo de Amigos del Balonmano de Jaén (GAB Jaén). “En este grupo había gente, incluso, que estuvo vinculada al Balonmano Jaén, pero que veía la necesidad de darle un impuso a esta actividad con la creación de un nuevo club”, recuerda José Ignacio Fernández, actual presidente. Desde aquel 27 de abril de 1992 hasta ahora han pasado casi veintiún años en los que el GAB Jaén ha fundado una impronta imperecedera en el balonmano jiennense y ha generado un espíritu unitario que engloba a todos los amantes de este deporte. Han sido muchos los altibajos sufridos estos años. Por la falta de instalaciones, por la ausencia de apoyos económicos, por la imposibilidad de fortalecer la base o por quedarse en el camino algún equipo llamado a ser la bandera de la entidad, como el sénior femenino, el sufrimiento ha sido casi perenne, aunque siempre la ilusión por mejorar (ahí está su grandeza) ha fortalecido a una entidad que ahora goza de buena salud deportiva y que mira, con una perspectiva envidiable, su futuro.
Nacido para hacer del balonmano una filosofía de trabajo, el GAB Jaén cuenta esta temporada con ocho equipos, uno masculino y otro femenino por categoría, en infantiles, cadetes, juveniles y séniores. El sénior masculino lucha por ascender a Segunda División, mientras que el femenino, que ha vuelto tras tres años desaparecido, solo tiene la misión de consolidarse en el panorama balonmanístico de la capital. Además de estos equipos, el club cuenta con tres escuelas deportivas, todas ellas alevines, en los colegios Navas de Tolosa, Divino Maestro y Maristas. Entre todos forman la gran familia del GAB Jaén, con una nómina aproximada de ciento setenta jugadores, unos ciento treinta federados y alrededor de cuarenta pertenecientes a las tres escuelas. No ha sido un año pródigo en la base, porque en otros años el GAB Jaén llegó a tener hasta seis y siete equipos en las escuelas deportivas. “No es fácil sacar a niños desde abajo porque, al ser el balonmano un deporte minoritario, hay muchos problemas para contar con los pequeños”, explica el presidente, que lleva en el cargo desde 2005. Ha sido la tónica del club desde su fundación. En veintiún años de vida, solo tres personas han ejercido la presidencia, José Carlos Sobrado, primero; Sebastián Moya, después y, actualmente, José Ignacio Fernández.
No se plantea, por ahora, grandes objetivos el GAB Jaén. Su lucha y su esfuerzo van encaminados a fortalecer su estructura y a ofrecer a los aficionados de Jaén la posibilidad de practicar este deporte y de verlo. “Solo queremos que haya balonmano femenino y que el equipo permanezca. Y no como ha sucedido en los tres años anteriores. Nos gustaría que ascendiera el masculino, si existe algún reajuste en la competición, y que el infantil femenino hiciera un buen papel en el sector andaluz”, reconoce el máximo responsable cuando se refiere a la trayectoria deportiva de los conjuntos.
Con una mejora importante en cuanto a las infraestructura deportivas, aunque todavía con un déficit considerable de instalaciones –al menos los equipos ya no se entrenan en pistas descubiertas– el GAB Jaén maneja un presupuesto de unos cincuenta mil euros, que afronta con las aportaciones de la empresa privada y con el poco apoyo público que recibe. El club ha cambiado la dinámica en este aspecto y los niños ya pagan su inscripción al comienzo de temporada. La cuota oscila entre ciento cincuenta y doscientos euros, según la categoría, los desplazamientos y los partidos que disputan. El principal patrocinador actual es la empresa Ntac-Ingeniería de Procesos, dedicada a la automatización y el control de procesos. Además, Am System, tras ser “mecenas” alguna temporada, colabora con la entidad en determinados acontecimientos, al igual que Podoclinic y Vitaudio Jaén. Esta temporada, el equipo sénior ha tenido compañías que han contribuido de forma ocasional. Con este formato y esta idea trabaja el GAB Jaén, ejemplo de esfuerzo diario y de lucha permanente por defender el balonmano. No tienen otro objetivo. “Solo queremos que quien desee practicarlo tenga un lugar para hacerlo. Lo mismo que el que quiera presenciarlo. Decir otra cosa es soñar. No podemos pensar en alcanzar las cotas del ADA Jaén. Eso es impensable. Es un sueño imposible porque económicamente no hay forma de sostenerlo”, apostilla el presidente. Su meta es más modesta, pero tan hermoso como llegar a la élite. Al GAB Jaén le basta ver a un niño o un adulto con un balón en la mano y con una pista donde practicar su deporte. Ese sueño es su verdadera realidad.
JOSÉ IGNACIO FERNÁNDEZ GONZÁLEZ

Gilberto Moreno
José Ignacio Fernández tiene el honor de presidir el GAB Jaén, un colectivo al que califica como un grupo de amigos que tienen una pasión en común: el balonmano. El premio de Jiennense del Año lo recibió con una inmensa felicidad y con una sensación de orgullo. Es sincero y no esperaba la distinción en esta edición. Por ello, da las gracias al Jurado y a la Redacción de Diario JAEN por reconocer la trayectoria de la entidad.
—¿Qué sintió cuando le comunicaron la concesión del premio?
—Una inmensa alegría, aunque también admito que lo recibí con sorpresa, porque no me lo esperaba.
—¿Qué significa para el GAB Jaén ser Jiennense del Año?
—Un orgullo tremendo. Es un galardón con un gran prestigio en la sociedad provincial. En el apartado de deportes lo han recibido clubes, instituciones y deportistas de ámbito nacional e internacional que son perfectos embajadores jiennenses y que acreditan un palmarés marcado por la brillantez y resultados destacados.
—¿A quién dedica el premio?
—A toda la familia del balonmano. Nosotros somos herederos del BM Jaén, que tantos días de gloria dio a este deporte en División de Honor. Ellos abonaron el camino con una labor importante, aunque la filosofía es trabajar con la gente joven e impulsar más el proyecto con ella. Ojalá la distinción nos sirva de impulso para el futuro, porque necesitamos el apoyo de las empresas y las instituciones para seguir con el proyecto de cantera.
—El galardón llega en un momento en el que el balonmano vive tiempos importantes, tras conseguir la selección española el segundo título mundial en este deporte.
—Es cierto. El éxito del combinado de Valero Rivera debería fomentar más la práctica del balonmano, pero no ha sido así. Continuamos como un deporte minoritario y de los mal llamados modestos, aunque es cierto que a nivel de clubes contamos con equipos que siempre están en primera línea mundial y europea, como el FC Barcelona, el Atlético de Madrid-Ciudad Real o el Ademar de León.
—¿Fueron pioneros en llevar el deporte a los colegios de Jaén?
—Efectivamente. Llevamos el balonmano a los centros de enseñanza de la capital. Navas de Tolosa, Divino Maestro y Maristas son referentes a la hora de promocionar este deporte, aunque se han perdido grupos que teníamos en otros colegios, como el Monseñor Miguel Castillejo-Veracruz o el Cándido Nogales. La irrupción de otras modalidades nos ha perjudicado de forma ostensible. Además, la sombra del fútbol es alargada, muy alargada, pero nosotros seguimos con la misma ilusión y motivación.