“Fui beneficiaria de la Cruz Roja y no me avergüenzo”
Engracia Padilla Mesa asume la presidenta de la Cruz Roja, tras el dilatado mandato de Manuel Puerma Aranda, con el objetivo de relanzar la labor -que a partir de ahora tiene como ámbito la comarca de la Sierra Sur- y lograr mejoras materiales repercutan para bien el servicio
—¿Cómo llegó al cargo?
—Tenía el apoyo de los vocales y decidí dar el paso y presentar mi candidatura, la única que había. En sustitución de José Puerma. El mandato es de cuatro años. Antonio López sigue de secretario y José Núñez es un vicepresidente. Quiero que haya uno o dos vicepresidentes más de Alcaudete, una agrupación en la que prácticamente hay que empezar desde cero. Quiero ir despacio y hacer un buen trabajo para Alcalá, Alcaudete, Castillo y Frailes. La verdad es que me siento muy ilusionada y contenta con el equipo que tenemos.
—Tenía el apoyo de los vocales y decidí dar el paso y presentar mi candidatura, la única que había. En sustitución de José Puerma. El mandato es de cuatro años. Antonio López sigue de secretario y José Núñez es un vicepresidente. Quiero que haya uno o dos vicepresidentes más de Alcaudete, una agrupación en la que prácticamente hay que empezar desde cero. Quiero ir despacio y hacer un buen trabajo para Alcalá, Alcaudete, Castillo y Frailes. La verdad es que me siento muy ilusionada y contenta con el equipo que tenemos.

—¿Qué le parece la sede?
—Hace falta un local más céntrico, visible y luminoso que este de la calle San Juan de Dios, en el centro de salud. Eso facilitaría que la gente conozca nuestra actividad. Ahora abre casi todas los días a partir de las nueve de la noche, pero nuestra idea es ampliar ese horario. Pretendo concertar una reunión con el alcalde, Carlos Hinojosa, que sé que está muy predispuesto con la Cruz Roja. El edificio de Villa Elena sería ideal como sede, pues, aparte de su buena situación en el casco urbano, está vacío y tiene un tamaño que se adapta a lo que nos hace falta, aparte de amplitud para descargar.
—¿De cuánta gente dispone?
—Hay unos sesenta voluntarios en activo y más de cuatrocientos socios. Se intentará hacer alguna campaña de captación.
—¿Habrá ambulancia?
—Los recursos materiales actuales dejan que desear. Necesitamos una ambulancia o, al menos, un coche más en condiciones que el actual. El problema de la ambulancia es que cuesta mucho dinero y el mantenimiento resulta costoso. Además, hay que cambiarla, pues tiene fecha de caducidad. No obstante, intentaremos conseguirla, pues sería buena para los servicios preventivos.
—¿Qué labor se hace?
—Muy importante. Por ejemplo, reparto de comida y de ropa, ayuda a domicilio, tomas de tensión y pruebas de azúcar. Por encima de lo material, sacar una sonrisa es lo más importante.
—¿Cómo evoluciona la demanda de alimentos en Alcalá?
—Hay demanda, pero se nota cierta bajada. Unas setenta familias, inmigrantes y españolas, reciben ayuda cada tres meses este año. Hay gente que la necesita y, por vergüenza, por ver una cara conocida, no la pide. Yo —separada y con tres hijos— fuí beneficiaria de la Cruz Roja y no me avergüenzo. Le estoy agradecida.
Perfil.
Nombre: Engracia Padilla Mesa
Nació: Alcalá la Real
Edad: 43 años
Aficiones: cine y playa
Una luchadora muy solidaria
Engracia Padilla es oriunda de la aldea de Mures. Su vida no ha resultado fácil, pues, después de separarse, ha tenido que criar a sus hijos. Desde hace cuatro años trabaja de auxiliar de clínica en la casa-hogar que posee la fundación Faisem en la calle General Lastres, cerca del Ayuntamiento. A Padilla le gusta ayudar a quien lo necesite. Lleva ocho años como voluntaria de la Cruz Roja y también ha desempeñado su labor de voluntariado con el colectivo Aprompsi, de promoción del discapacitado psíquico.