FRANCISCA CONTRERAS CORTÉS: "Nuestra mayor alegría es juntarnos toda la familia"

MARIAM LÓPEZ
Para Paqui, lo mejor de la Navidad es recibir a toda su familia, hijos, nietos, y biznietos, pero también a cuanta gente de buen corazón se acerque a su hogar, porque los gitanos acogen a todo el mundo y doy fe de que les dan cuanto tienen. Su Navidad recoge tradiciones antiguas enraizadas en los viejos gitanos, como las más modernas que les llegan de los payos, y no les faltan esos cantes por fandangos o rumbas, ni los bailes con tanto arte de los más jóvenes de la familia. Entre esas costumbres viejas y nuevas consiguen de sus Navidades las mejores fechas del año junto a sus seres más queridos.

    03 ene 2010 / 10:53 H.

    — ¿Qué cree usted que diferencia la Navidad gitana de la paya?
    —Pues diferencias hay, pero no tantas como se cree. Yo diría que lo que más nos diferencia es la manera de vivirla, porque los gitanos invertimos más que los castellanos, porque nosotros gastamos en esas fechas todo el dinero que nos pille, aunque al día siguiente no tengamos nada. Compramos mucha comida, para que no falte porque nos juntamos muchísima familia durante varios días, y no podemos permitirnos que nos falte de nada. Nosotros compramos marrano, pavo, varios jamones, quesos y marisco, todo en gran cantidad. Los gitanos sólo celebramos la Pascua, Nochevieja y por San Juan, las tres fiestas se hacen por igual, a lo grande. Tal vez la diferencia está en el postre, ya que el nuestro es el melón y la piña exclusivamente, sobre todo el melón, que es nuestra fruta preferida. Eso también viene de nuestros gitanos viejos y nuestras costumbres. También es distinto para nosotros lo de regalar en Nochebuena por Papa Noel; esto no se lleva entre nosotros, que sólo regalamos por los Reyes.
    —¿Adornan las casas gitanas como las de los payos, con el portal de Belén, el árbol de Navidad, guirnaldas y espumillón?
    —El árbol nosotros no lo ponemos, ni tampoco el belén, pero sí que adornamos las casas con las guirnaldas y el espumillón. Lo que pasa es que duran poco porque cuando empezamos la mañana de Nochebuena con la juerga, los arrancamos y nos los vamos poniendo como colgantes o diademas, ya que forma parte de nuestra fiesta.
    —¿Qué tienen por costumbre cenar por Nochebuena? ¿Cuál es la comida tradicional de la Navidad gitana?
    —El potaje gitano u olla gitana es la cena tradicional, pero la acompañan, como he dicho marisco, almejas y jamón. Y para la Navidad, el guisado de pavo.
    —¿Cómo se hacen esas comidas?
    —Esto viene de los gitanos antiguos y, como lo hacían ellos, lo hacemos nosotros. Nos juntamos toda la familia y cada mujer trae su olla, el potaje se va haciendo lentamente desde primera hora del día de Nochebuena, junto a la lumbre de la chimenea, y se toma para la cena. Todos probamos de las distintos potajes u ollas gitanas y comparamos cuál ha salido mejor o peor ese año. Los ingredientes de la olla gitana son garbanzos y habichuelas, lleva bacalao y los aliños de siempre, cebolla, una cabeza de ajos, y, además, muy importante es la ñora, que es un pimiento rojo seco que, tras cocerlo, se machaca en el mortero y se devuelve a la olla. Esto es lo que le da ese sabor tan bueno. Y el guisado de pavo es igual que el de siempre con sus patatas, pero en vez de cerdo lleva pavo, aliñado con hinojo.
    —¿Qué tradición se sigue a la hora de pasar una noche u otra con cada familia?
    —En Nochebuena, para el potaje, es el hijo con los padres, y, en Navidad, el guiso del pavo, es la mujer con su familia. Así se ha hecho desde siempre y lo respetamos.
    —¿Cuántos se pueden juntar para Nochebuena o Nochevieja?
    —Podemos llegar a ser hasta cien personas, entre hijos, nietos y biznietos y sus parejas. Pero la mayor alegría para nosotros es juntar a toda la familia. Los gitanos centran su vida alrededor de la familia y verla junta es lo más grande de este mundo y el mejor regalo cada año por Navidad. Pero que igual que recibimos a nuestra familia, acogemos con el mismo cariño a cualquier persona. Los castellanos tienen la misma acogida en nuestra casa que cualquier gitano, e incluso más.
    —-¿Cuándo empiezan las celebraciones?
    —El día 23 ya empezamos las mujeres con los preparativos del día siguiente. Cada una trae, a la casa del gitano más viejo, donde se celebrará la Nochebuena, las compras para pasar ese día y comenzamos con los guisos, el bacalao y encebollao, que se come en la mañana del día 24. Las mujeres somos las que empezamos a beber desde por la mañana y así seguimos durante esos días. Son días especiales para las mujeres, ya que nosotras bebemos un poquillo más de la cuenta, y los hombres se encargan de asar el cochino, cortar el jamón, el queso, preparar las tapas. Es verdad que es un día que los hombres ayudan, no les importa que las mujeres andemos liadas con el aguardiente, un día es un día. Lo mismo que cuando ellos no pueden lo hacemos nosotras. Para nosotros en esos días se toman bebidas fuertes, sobre todo aguardiente o crema de café, y todo se bebe en la misma botella, a caño, ya que es otra de nuestras tradiciones. La mujer más vieja la va pasando de una a otra, por orden de edad. Los hombres también se emborrachan, sólo que ellos al llegar ya la tarde.
    —¿Cantan los gitanos villancicos?
    —Más que villancicos nosotros entonamos cantes gitanos, sobre todo rumbas y, cuando los hombres se meten en jarana, cantan fandangos, cada uno lleva lo suyo. La Nochevieja, todas las mujeres más viejas cogemos nuestras botellas y nos vamos a recorrer de casa en casa de los vecinos, y aquí no importa que sean payos o gitanos, porque igualmente nosotros acogemos a todos en nuestras casas y le damos cuanto tenemos. La gente joven se viene detrás de nosotras, pero los hombres se quedan.
    —Y hablando de la Nochevieja, ¿se diferencia la suya de la de los payos?
    —Pues nosotros tomamos también uvas para iniciar el año y comenzamos la celebración desde la mañana, igual que el día 24. Esa noche nadie se acuesta, la pasamos de juerga. Los hombres beben toda la noche bebida de esa fuerte, como whisky y ginebra, por lo que hay poca diferencia hoy con las costumbres de los castellanos.
    —Y la Noche de Reyes, ¿qué hacen?
    —Esa noche ya no la celebramos. Eso sí, compramos roscones de Reyes, pero más como una cosa pegada de los castellanos, porque eso ya no viene de nuestra tradición.
    —¿Un deseo para 2010?
    —Mucha salud para mi casa y, sobre todo, que mis hijos estén todos bien. Con eso, ¿qué más le puedo pedir a Dios?