Formación para el futuro
Mientras cristalizan los buenos datos económicos en creación de empleo, los parados jiennenses se forman para cuando escampe. En 2013 buscaban trabajo 1.460 alumnos y hoy son 3.071 los que deciden labrarse su camino laboral fuera de ruta.
La tendencia aumenta en los últimos años porque la táctica del desempleado pasa ahora por formarse para un futuro, ya que el presente no ofrece nada más que precariedad, en el mejor de los casos. La opción de la Formación Profesional, especializándose al máximo, es una de los opciones elegidas, porque una formación universitaria tampoco garantiza puesto de trabajo alguno. De hecho, algunos desempleados con formación superior complementan su currículum con estos estudios para adecuarse a la realidad del mercado laboral. Jaén, además, tiene el dudoso honor de ser la provincia española en la que más difícil lo tienen los jóvenes para buscar un empleo. Los datos jiennenses son extrapolables a la comunidad. Así, Andalucía, junto con Euskadi, es la autonomía que registra un incremento mayor de estudiantes desempleados. La frialdad de los datos contrasta con el vigor de las declaraciones políticas que insisten en la luz al final del túnel, por más que la creación de empleo no exista como tal. Y lo que resulta hiriente es que las tasas para formarse aumenten su cuantía, cuando los alumnos cada vez afrontan sus estudios con menos recursos económicos. Un círculo lamentable que, como en los tiempos más duros de este país en blanco y negro, otorga una clara ventaja a aquellos que más tienen. Los que no tienen que esperar becas y pueden repetir porque, simplemente, pueden costearse su futuro.