Forenses aseguran que el autor de la muerte de Fernando Jurado 'sabía lo que hacía'

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén ha acogido  este martes la segunda sesión del juicio con jurado popular contra el  autor confeso de la muerte del expolítico de la UCD en Jaén,  empresario y abogado Fernando Jurado, Antonio Q. G., del que los  forenses han asegurado en su declaración que 'sabía y conocía lo que  hacía' en el momento de los hechos,

    08 nov 2011 / 15:16 H.

    el 3 de marzo de 2010 en la zona  de La Sima del término municipal jiennense de Pegalajar. En la vista, uno de los forenses ha reiterado que no sufrió merma  alguna en su capacidad cognitiva, con lo que "tenía capacidad de  conocer y decidir una opción u otra". Además, tenía "lucidez y se  acordaba perfectamente de lo que había sucedido en su testimonio", es  más, "se acordaba de los tiempos y se arrepentía de lo que había  provocado", es decir, "le había dado el valor lícito a su acción".
    En cuanto a la enfermedad que el acusado padece estando afectado  de colon y habiendo sido intervenido por ello, la forense ha  corroborado que "no tiene nada que ver" con el hecho de que pueda  cometer tal acción, y es que, "una cosa es que no debe por consejo  médico y otra muy distinta que pueda", ha aseverado. Así, sus  palabras han sido ratificadas por su compañero forense, que ha negado  el hecho de que todos los enfermos que padecen su patología no puedan  realizar esfuerzos, pues "muchos de ellos hacen vida completamente  normal".
    Asimismo, otro de los forenses que practicaron la autopsia a  Jurado ha alegado que las 26 heridas fueron ocasionadas por un arma  blanca, que ha sido mostrada en el juicio, no coexistiendo signos de  violencia ajenos a dicha arma, de unos diez centímetros de largo y  2,5 centímetros de ancho, en el cadáver. Así, ha especificado que  seis de ellas penetraron en cavidades, resultando cuatro heridas  mortales de necesidad en los pulmones y el corazón, las cuáles fueron  las últimas que al parecer fueron propinadas y que provocaron el  fallecimiento de Jurado por hemorragia. 
    De igual forma, ha señalado que en el cuerpo se hallaron heridas  de defensa, una en la mano derecha, otra en la izquierda y otra en el  antebrazo izquierdo al intentar, al parecer, defenderse la víctima de  las agresiones que estaba sufriendo por parte de Antonio Q.G. De su  lado, un equipo especializado en química de la Guardia Civil ha  señalado que el machete que fue analizado contenía fibras que se  correspondían con las de la cazadora que llevaba Fernando Jurado en  el momento de su muerte, prenda que registraba un total de "29 cortes  con cuchillo que puede ser el referenciado por las características  del mismo".
    Así las cosas, atendiendo a las manifiestas pruebas periciales el  Ministerio Fiscal se ha mantenido en su acusación no agregando  atenuantes ni agravantes. Así, ha considerado que el acusado es autor  de un delito de homicidio sin circunstancias que lo modifiquen. No  obstante, ha hecho hincapié en que sus primeras declaraciones ante el  Instituto Armado y en el Juzgado no se corresponden con las prestadas  este lunes en la Audiencia, sino que "se contradicen  constantemente".
    Según ha argumentado la fiscal, el procesado dijo primero que se  había hecho con el machete "porque los ánimos estaban muy cargados",  mientras que más tarde ha declarado que "lo empleó para coger  espárragos". Lo mismo ocurre con el hecho de que la primera puñalada  la proporcionó en la mano derecha, si bien este lunes aseveró que  había sido en el costado. También se contradice en que el expolítico  cogiera una escopeta de su vehículo, pues en primera instancia alegó  que no la llevaba.
    Tal y como ha continuado la fiscal, Antonio Q. G. cerró la cadena  que conduce a la finca de la víctima tras pasarla y tras haberla  dejado abierta Jurado. Todo ello habiendo cambiado de vehículo, algo  en lo que cree que "no hubiera caído si hubiera ido ebrio" y, además,  "conduce el vehículo sin problemas y sin luces por un camino  especialmente dificultoso", lo que a su entender fue "para evitar que  se advirtiera el cadáver de la víctima".
    Otro dato a destacar es que ante el Juzgado el procesado confesó  que había cogido la escopeta del empresario porque "tenía intención  de matar a otros dos con nombre y apellidos", cuando este lunes  aseguraba que la cogió para suicidarse. Finalmente, ha afirmado que  Antonio Q. G. "era una persona plenamente consciente de sus actos que  demostró frialdad", atendiendo al informe elaborado por los  forenses.
    En este sentido, ha manifestado que confesó los hechos "tres días  más tarde" de causar el fallecimiento, cuando ya se había procedido  al levantamiento del cuerpo y se había hecho el registro de su  domicilio así como la primera parte del de la nave de aperos. Por  ello, "confiesa cuando se ve abocado y sabe que el procedimiento va  contra él". Además, se quita la ropa y la traslada a la provincia de  Granada para tirarla junto al machete y la escopeta "no porque esté  arrepentido, sino para tratar de ocultar pruebas.
    Al respecto, ha incidido en que no actuó en legítima defensa, ya  que no había una lesión previa de la que defenderse. Teniendo en  cuenta que el daño causado es "muy difícil de reparar", la Fiscalía  ha pedido 12 años de prisión y 300.000 euros de indemnización para la  familia de Jurado.
    Por su parte, el abogado de la acusación particular ha hecho  referencia a que el acusado dijo horas previas a ocasionar dicho  suceso en el bar donde se encontraba con unos conocidos que "se tenía  que ver esposado" y que lo acaecido días antes en la zona de La  Guardia "no iba a ser nada" comparado con lo que él mismo iba a  protagonizar, con lo que "tenía la idea de matar a Jurado y por esto  subió a La Sima, en su busca". Además, ha insistido en que el carril  por el que Antonio Q.G. fue lleva exclusivamente a la finca del  fallecido y no tiene salida.
    Asimismo, el letrado de la acusación ha comentado que el ataque  fue "sorpresivo" y que la víctima recurrió a su vehículo para  resguardarse de las agresiones, tal y como demuestran las manchas de  sangre halladas en torno a su automóvil, prueba de que "intentó huir  del acusado" después de que le propiciara la herida de seis  centímetros en la mano derecha que "impedía su movilidad". De este  modo, haciendo alusión al "ánimo homicida" del procesado, ha  argumentado que "cómo es posible que Jurado, de complexión más  fuerte, no le proporcionará ni un arañazo".
    Por último, ha recordado que Antonio Q. G. ya fue condenado a dos  años de prisión por un delito de lesiones a un primo hermano de su  esposa y también vecino colindante en La Sima. Por todo ello, ha  pedido la pena de prisión de 20 años, así como indemnizar a la  familia de Jurado en 400.000 euros. Por su parte, el abogado de la  defensa ha argumentado que su cliente se encontraba "embriagado al  haber bebido de más" y que "al temer que le agrediera con la escopeta  le pinchó en el costado".