Flexibilidad por parte de todos para desbloquear los convenios
El símil de otoño caliente se escucha en los últimos días en boca de agentes sociales, de forma que la advertencia cobra fuerza casi por momentos. Los sindicatos han reclamado un “gesto” para desbloquear los convenios colectivos que se encuentran paralizados, algunos de ellos, prácticamente consensuados hace tiempo, pero a falta de una firma que no llega.
Insisten en que en la actualidad hay mil quinientos convenios que están ya pactados para este año y que afectan a 3,5 millones de trabajadores. El primer acercamiento después del paréntesis vacacional tuvo lugar el pasado martes y tanto unos como otros buscaron adjetivos positivos para definir el encuentro, pero la cuestión es que todo quedó aplazado para una nueva reunión dentro de quince días. Esta segunda cita es fundamental, porque se debe entrar en cuestiones de detalle, descender a asuntos concretos y es en esa fase más precisa cuando pueden resurgir las diferencias que hicieron saltar el diálogo por los aires el pasado mes de julio. Los sindicatos aseguran que se mantienen en la postura de reclamar una subida del dos por ciento de subida salarial para el año en curso, un punto que a buen seguro se convierte en un complicado escollo que salvar, porque la patronal anunció en su día su intención de ajustar ese porcentaje debido a la coyuntura de que la economía se encuentra con una inflación negativa. Algo por lo que los sindicalistas no están dispuestos a transigir, precisamente.
De telón de fondo se encuentra, como es obvio, que se retome también el diálogo social tripartito entre patronal, sindicatos y Gobierno, roto desde antes de las vacaciones de verano. De la llegada a buen puerto de este primer paso de la negociación colectiva dependerá que las relaciones entre los tres actores puedan restablecerse. En épocas de vacas flacas es primordial remar todos en la misma dirección.