Final feliz para un duro y largo secuestro con epílogo político

El atunero vasco Alakrana navega ya rumbo a España con sus 37 tripulantes sanos y salvos a bordo, después de un largo y complicado secuestro en aguas somalíes que termina con el pago de un rescate de 2,3 millones de euros. El final es feliz y esperado, pero con luces y sombras que habrá que analizar con la tranquilidad de ver a los marineros libres y fuera de cualquier riesgo contra su integridad.

    18 nov 2009 / 09:42 H.

    Desde el Gobierno no se quiere entrar en especulaciones sobre la hipotética entrega a ese país de los piratas y se supedita cualquier decisión a la autoridad judicial. Son los tribunales de justicia los que tienen que hablar en este sentido, por más que crezca a pasos agigantados el rumor de que esa ha sido, precisamente, una de las condiciones que han acelerado la resolución de este asunto. Cuarenta y siete días de tensión y especial dureza que ahora pasarán factura al Ejecutivo, porque desde el PP ya se ha anunciado que se pedirán explicaciones al entender que la gestión de este conflicto no ha sido buena. Con todo, hay que reseñar que el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tuvo palabras expresas de agradecimiento a este grupo político por su colaboración en todo este duro proceso. Mes y medio da para mucho y en ese tiempo el papel de las familias ha sido muy amargo. Todavía quedan días, hasta el viernes próximo probablemente, para que puedan reencontrarse.
    Desde el Gobierno llega la hora de poner encima de la mesa medidas eficaces que garanticen a los marineros españoles a partir de ahora faenar con seguridad y tranquilidad. Se ha anunciado que se redoblarán esfuerzos para combatir la piratería desde la cooperación internacional, en el marco de la ONU y de la Unión Europea, una auténtica prioridad para que sucesos como el que acaban de terminar no vuelvan a repetirse bajo ningún concepto.