Ferrera, Castaño y Jiménez Fortes, a hombros en Baeza

Gran corrida de El Ventorrillo. Con cara, con clase, con fondo y brava de verdad. Hubo astados para torear y los tres diestros salieron a hombros por la puerta grande. Sin embargo, muchos toros se fueron al desolladero sin que le movieran la muleta despacio, cargaran la suerte y se dibujaran curvas de belleza en vez de tanta línea. A Antonio Ferrera le faltó apostar. Tuvo buen material, pero a base de poder y de mandar con la muleta no se estremecen a los tendidos. Con el primero, demasiadas ventajas. El toro era como un pozo.

14 ago 2014 / 22:00 H.

Tenía agua, pero había que sacarla. Logró una oreja. Con el cuarto acabó enfadado y asomando lágrimas toreras de rabia. Un aficionado le gritó desde el tendido: “Mucho toro y poco torero” y Ferrera se encaró. Mal. Para ello, ver a Curro Romero, que era maestro hasta para aguantar broncas. Luego, una mujer le pidió que se arrimara. Y Ferrera se enfadó y se calentó. Se arrimó, pero sin jugársela. Espoleó a los tendidos y logró dos orejas. En la vuelta al ruedo, se paró donde estaba la mujer y le dijo: “Que la vida te llene de dos de los valores más bonitos que puede tener un ser humano: la humildad y el respeto”. Mal, Antonio. El torero siempre ha de aceptar el juicio del espectador. Javier Castaño estuvo bien con su primero. Lo lanceó con gusto, hincó las rodillas en la tierra y se quedó en cada muletazo. La franela se movía sin pellizco en el tendido, pero había predisposición. Al final, acabó con un arrimón con el que casi empujaba los pitones del toro con los muslos. Erró con la espada. El quinto fue bravo y con una tremenda calidad. Javier Castaño lo llevó largo, se quedó quieto y le quiso hacer las cosas bien. Pero, no le cogió la velocidad al astado al mover el engaño ni compuso una faena rotunda. Y material había.
Jiménez Fortes dio dos buenas verónicas y un gran remate al tercero. Con la muleta se engalló, acortó la distancia y se quedó. Las series algo sosas, pero aderezadas con bellos remates. Logró las dos orejas. Con el sexto estuvo peor. Había menos luz y las sombras molestaban, pero Jiménez Fortes no construyó faena. Muletazos de un lado y otro. Por delante y por detrás, pero sin orden. Collado Ruiz puso una gran corrida de toros en Baeza. Los toreros la mataron, pero la torearon menos de lo los animales pidieron. La tarde estuvo entretenida, pero pudo ser mejor.