Fernando Verdasco da una nueva exhibición y se clasifica para las semifinales del Abierto de Australia
En otra exhibición de talento y fuerza, el español Fernando Verdasco superó al francés Jo-Wilfried Tsonga por 7-6 (2), 3-6, 6-3 y 6-2 y se colocó por primera vez en su carrera en las semifinales de un Grand Slam, en el Abierto de Australia.
Con la victoria de hoy fraguada en dos horas y 48 minutos, Verdasco aparecerá ya el próximo lunes noveno del mundo por primera vez. Un reto más en el bolsillo del madrileño que en esta segunda semana de Melbourne camina con paso de gigante destrozando a jugadores que nunca había ganado antes, caso del checo Radek Stepanek o del británico Andy Murray y creyendo más en sí mismo. La confirmación le ha llegado en el primer enfrentamiento contra Tsonga, finalista el pasado año, que se agarró a la pista con uñas y dientes para defender los puntos obtenidos en el 2008. Fernando no se amilanó ante la beligerante figura del francés, verdugo de Rafael Nadal en las semifinales anteriores, y basando su juego en un servicio excepcional logró su mejor resultado en un Grand Slam. "Fer" es ya el sexto español que ha logrado las semifinales en el Abierto de Australia tras Juan Gisbert, Andrés Gimeno, Carlos Moyá, Juan Carlos Ferrero y Rafael Nadal. Los tres primeros han sido los únicos que han alcanzado la final: Gisbert (1968), Gimeno (1969), Moyá (1997). Mucha culpa de que Verdasco ocupe ahora ya un puesto en semifinales se debió al saque, con el que anotó nueve directos, el último para cerrar el partido. Tsonga solo logró romperle dos veces y tuvo 13 ocasiones, mientras que Verdasco fue más certero, al confirmar cuatro de cuatro. Con el techo de la central cerrado debido a que se puso en práctica la regla del calor extremo, Verdasco se adaptó perfectamente a esta nueva circunstancia, mientras que Tsonga pareció más dubitativo que el español. El banquillo del francés tuvo "overbooking", con su entrenador Eric Winogradsky y las viejas glorias Guillermo Vilas, Henri Leconte y Manshour Bahrami. Pero los mensajes desde allí no funcionaron para el jugador de Le Mans. Una rotura de entrada en el cuarto set desahogó el camino de Verdasco, que luego pasó apuros en el sexto. Pero su saque volvió en su auxilio y al confirmar el 4-2 con su sexto directo ya fue más tranquilo hacia la victoria. Una rotura en el 5-2 destrozó a Tsonga, que soñaba con repetir final.