Felipe González
Nicolás Galisteo Padilla/Desde Úbeda. El ex presidente del Gobierno, Felipe González, en los pasados días expuso de la necesidad de que haya un diálogo entre todas las fuerzas políticas económicas y sociales de nuestro país para sacar entre todas ellas del atasco en el que se encuentra asumida nuestra nación, pero sinceramente creo por los acontecimientos de las malas relaciones entre PSOE-PP, la actual derecha española representada por el señor Rajoy, no está por la labor de practicar una política de diálogo con el PSOE e IU.
Hay unas posiciones muy diferenciadas y un gran abismo entre estas tres fuerzas políticas, que los aleja y los distancia de la forma de ver tanto nacional como en la agenda europea. El señor Rajoy está alineado con las políticas neoliberales de las que predica y práctica la señora Merkel. La derecha española apuesta firmemente que para salir de esta crisis económica y fiscal tiene que obligatoriamente pasar por el afianzamiento de la banca a base de inyectar dinero, pero no apuesta por lo principal, que es no abandonar a su suerte a tantos y tantos españoles y tantas y tantas familias que las está dejando en la cuneta y no apostando claramente por crear políticas activas de empleo, así no se sale de esta maldita situación de catástrofe nacional, sobre todo y bajo mi punto de vista, creo que conjugar el control de la banca por parte del Gobierno de la nación, no permitiendo los abusos desproporcionados de sus altos directivos, con el crecimiento económico y de creación de empleo, pueden perfectamente ir de la mano, pero el señor Rajoy está totalmente equivocado de rumbo, tiene que cambiar la brújula por otra. La izquierda española y sobre todo IU, apuesta claramente por situarnos en la posición de la solidaridad con los que lo están pasando mal como es la clase trabajadora de nuestro país, ya que hay muchos hombres y mujeres sin empleo alguno y sin ningún tipo de protección social, y una generación de jóvenes sin presente y sin futuro alguno. Esta es la situación actual y real de nuestro país, y no otra, y por lo tanto esos tristes datos no se pueden enmascarar, no por parte del PP no del Gobierno del señor Rajoy. Hace ya muchos años había políticos de nuestro país, me refiero concretamente a la etapa de la transición española, que habían entrado a la política por convicciones personales para cambiar lo que había que cambiar para ser un país más moderno y estructurado de otra manera diferente, una época dorada de políticos de verdad, y ahora algunos políticos acceden a la política bien por ambición de poder o de ambición de tener un estatus tanto económico como social más alto, para poder resaltar en la vida, y no por atender a sus conciudadanos, esa es la triste mentalidad que hay en nuestro país, un país anclado en su pasado, y así jamás construiremos un país serio, próspero y de fiar, tanto internamente como externamente.