Fátima, rociera, Báñez

Comparece la ministra rociera, la que dijo en su día que el empleo vendría desde Almonte por vía virginal, con un discurso sobre los datos de empleo lleno de un optimismo casi cruel para la ciudadanía. Decir que la creación de 31 puestos de trabajo nuevos netos es un buen dato, por buen mes de agosto que haya sido, es un insulto al sentido común.

    09 sep 2013 / 14:58 H.

    Me da escalofríos cada vez que la escucho, sea en sede parlamentaria o en comparecencias ante la prensa. La ministra del Empleo no va a dejar títere con cabeza, desde la pensiones, decir que no bajarán nunca porque hay cláusula suelo del 0,25% raya lo criminal, así de claro; decir que el empleo repunta es tomarnos por tontos, por mucho que quiera maquillar las cifras; querer convertirnos vía web en inspectores de trabajo denunciantes anónimos es de gran pobreza intelectual. Me pregunto por qué la ministra no dice que de los 100.000 puestos de trabajo destruidos en agosto, casi el 70% son en educación e investigación, por qué no dice que el 99% de los contratos nuevos son a tiempo parcial y salario medio de 400 euros. Estamos acostumbrados a que nos vendan churras por merinas y tras el discurso y las políticas de tan rociera ministra solo subyace una cosa, hacer camino hacia un modelo social y laboral nuevo donde inseguridad y pobreza sean moneda de cambio, donde lo público deje de existir para alegría de lo privado. Eso es lo que Fátima Báñez, por mandato del PP y de la virgen rociera, quiere, solo eso. Modelo, pocos ricos, muchos pobres.

    Agente ferroviario
    Manuel Pérez Perálvarez