Familias como las de antes en el Jaén de ahora
Pepi Galera
En poco menos de 30 años, el tamaño medio de la familia jiennense se ha reducido una cuarta parte. Eso de tener tres, cuatro o cinco hijos ya “no se lleva”. Una de las causas que se siempre apuntan es la progresiva incorporación de la mujer al mundo laboral, con la que la maternidad se deja “aparcada”. Al tiempo que estas familias son cada vez menos comunes, poco a poco, la protección pública a las familias numerosas ha ido creciendo. Pero, aun así, todavía siguen siendo deficientes a ojos de su beneficiarios.

En poco menos de 30 años, el tamaño medio de la familia jiennense se ha reducido una cuarta parte. Eso de tener tres, cuatro o cinco hijos ya “no se lleva”. Una de las causas que se siempre apuntan es la progresiva incorporación de la mujer al mundo laboral, con la que la maternidad se deja “aparcada”. Al tiempo que estas familias son cada vez menos comunes, poco a poco, la protección pública a las familias numerosas ha ido creciendo. Pero, aun así, todavía siguen siendo deficientes a ojos de su beneficiarios.
Si se toman en cuenta datos objetivos, España está a la cola en este tipo de prestaciones. A pesar de todo esto, en Jaén hay, al menos, 6.564 hogares con más de cinco miembros, ya que esa es la cifra de “carnés” expedidos, según la Junta de Andalucía. Un documento con el que se obtienen algunas de las ventajas por formar parte de una familia numerosa, como descuentos en algunos servicios. En la provincia, existe una asociación que reúne a un buen grupo de estos hogares, 109 exactamente. “Nació en el año 2000 a partir de siete familias y, poco a poco, ha crecido hasta superar el centenar. Una cifra relativamente baja si se toma en cuenta el global de familias numerosas, por lo que nos estamos centrando en darnos a conocer y difundir nuestro trabajo”, explica José Antonio Beltrán, secretario del colectivo.
Estas familias, las que se parecen a las de antes, viven en un Jaén de hoy, en el que, entre otras dificultades, también encuentran problemas para que les salgan las cuentas. “Un buen ejemplo está en la facturación de la electricidad debido al efecto de la tarifa progresiva”, destaca Beltrán. De la “vuelta al cole” casi mejor ni hablar, ya que todos los gastos se multiplican por tres o por cuatro, en los mejores de los casos. “Uno de los objetivos que conseguimos en 2009, por el que luchamos desde hace muchos años, es la reducción del Impuesto Sobre Bienes Inmuebles”, destaca. Según el informe Evolución de la Familia en España 2005 del Instituto de Política Familiar, España es el país de Europa que menos ayuda destina a las familias, muy por debajo de Grecia y Portugal. En un país con uno de los índices de fecundidad más bajos del mundo, la contribución en el necesario aumento de la tasa de natalidad apenas tiene contraprestaciones. El listado se limita a pequeños descuentos en transporte, educación e IRPF. Esta situación coloca a España en el vagón de cola europeo en esta materia.