Faeca muestra su preocupación ante las dos próximas campañas oleícolas

La Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias en Jaén, Faeca-Jaén, muestra su preocupación por la escasez de lluvias de los últimos meses, que puede afectar de forma significativa a la inminente campaña olivarera e incluso a la campaña del próximo año.

    21 oct 2011 / 14:26 H.

    Los técnicos de la Federación han constatado que el estrés hídrico está afectando de forma significativa al olivar de secano de la provincia de Jaén, que supone más del 60 por ciento del total, además de aquellos olivares con dotaciones de riego de socorro, por lo que temen que los datos del aforo elaborado por la Junta de Andalucía, que establecía una campaña similar a la anterior, sean sensiblemente inferiores. En estos momentos, con la debilidad extrema del olivo, la aceituna no ha desarrollado de manera normal el estado de formación de aceite (lipogénesis), por lo que las tan ansiadas lluvias podrán ayudar a recuperar el árbol, pero poco al desarrollo de la aceituna y rendimiento en aceite de la misma.
    Pablo Carazo, presidente de Faeca-Jaén y vicepresidente de Faeca nivel regional, explica que esta situación va a dañar aún más la economía de muchos cooperativistas, ya que se suma a la actual coyuntura de bajísimos precios del aceite de oliva en origen. “Si al escaso precio que se sigue pagando al olivarero le sumamos que la producción puede ser menor de la esperada, los agricultores nos vamos a encontrar en una situación cada vez más complicada, con ingresos aún más reducidos”, explica.
    Además, la escasez de lluvias también puede afectar a la producción de la campaña 2012/2013, ya que el estado fisiológico del olivo en el otoño anterior, ahora debilitado y estresado hídricamente, influye notablemente en la inducción floral del árbol para la primavera siguiente. “Ante esta situación, es necesario que las administraciones competentes y todo el sector hagan los esfuerzos necesarios para conseguir un incremento significativo en los precios que se pagan en origen por el aceite de oliva, ya que es necesario asegurar una renta mínima a los olivareros para que las explotaciones sean rentables”, indica Carazo.