Extraño alumbrado

Calles repletas, comidas de empresas, conciertos solidarios que coinciden en día y hora, madres cosiendo el traje de pastorcillo, y por supuesto el regreso de los que están fuera, 'Vuelve a casa vuelve, por Navidad'. Son fiestas familiares, para notar el calor de los tuyos. Algunos regresan para pasar tan solo unas horas con sus abuelos, a los que ven, tan cansados, tan viejos, que solo sirven para querer, que ya es mucho, y que con la vista de sus nietos, reviven y se les iluminan sus rostros, aunque sean solo unos instantes.

    26 dic 2013 / 12:28 H.

    Recuerdo esas cenas de Nochebuena en familia, misas del gallo, ecos de villancicos, ese ir a tomarse las pascuas y, por supuesto, esas incomparables yemas de Santa Úrsula, que desaparecieron a la par que las monjitas que moraban el famoso convento.
    El alumbrado era encendido en fechas muy próximas a la Nochebuena, y duraba hasta Reyes. Este año he subido a ver el alumbrado, y al llegar a Diputación la he visto preciosa. Sin embargo, enfrente veo que han puesto un moderno Belén sobre una tarima, pero sin el más mínimo adorno que oculte la estructura y la fea madera donde se apoyan las figuras, la impresión que da es de estar sin terminar de montar. Pero el remate del tomate es cuando me asomo a la Plaza de Santa María y veo el apoteósico alumbrado que le han puesto a esa joya. Ni una sola lámpara, ni un solo detalle en el monumento más emblemático que tenemos y que estamos tratando de publicitar. Eso no es que no tenga luces la plaza, los que no tenemos luces somos nosotros. Una plaza oscura, deteriorada, y sin el más mínimo motivo navideño, siendo el lugar más buscado por todos los que nos visitan. Después volveremos con la cantinela de que nos tiene manía, que no sabemos por qué no es ya Patrimonio de la Humanidad, y es que no nos queremos dar cuenta que para recoger hay que sembrar. Esto no es de no tener dinero, es de no tener interés. Pero bueno, no es nada más que un pataleo mío, y ya cuando pase esta Navidad, pues esperaremos a la siguiente para poder volver a ver a nuestros hijos, ya que con el carrerón que llevamos no va a quedar aquí ni uno por no poder ofrecerles nada.
    Ignacio Ruiz es perito de Autos