Extrañas coincidencias
Invertidos 1.206 millones de pesetas, en 1964, se suspenden las obras del ferrocarril Baeza-Utiel, iniciado en 1927. Infraestructura acabada en un 78 por ciento. ¿Hubiese ocurrido algo parecido si el territorio no fuese Jaén?
Lo dudo, a los datos me remito, que molestos resultan tantas veces los jodidos datos. Año 2014, se paran las obras de pequeñas variantes ferroviarias, salida de Linares Baeza y tramo Las Infantas-Grañena.
¿Dónde estamos? En Jaén. ¿Cuál es la única provincia donde ni habrá Alta Velocidad, ni tampoco la más acorde, Velocidad Alta Ferroviaria? ¡Premio! ¡En Jaén! Autovía hacia Albacete, ¿cuando se acabará? Posiblemente, en nuestros límites, nunca. ¿Autovía del Olivar hacia tierras cordobesas? Si aún siendo encrucijada de caminos, estos son escasos y de mala calidad, imposible proyectarnos en el futuro.
Las infraestructuras viarias son imprescindibles como alternativas para el mañana. Y a todo esto surgen otros interrogantes: ¿Y nuestros políticos, los que deberían velar por los jaeneros, qué hacen? La mayoría de las veces, nada. Cuando gobiernan los mismos que en Madrid, obediencia debida, o sea silencio.
Los opositores mucho “bla, bla, bla” hasta que llegan al sillón y vuelta a la obediencia, si en Madrid están los suyos. Lejos de movilizar a los casi 700.000 jiennenses, la mayoría de las veces, sus tácticas van tendentes a apaciguar cualquier voz que clame contra la situación. ¿Y los ciudadanos qué hacemos? En primer lugar, aún sabiendo lo que hay, los votamos para que nada cambie en nuestro porvenir. En segundo lugar, acomodarnos en nuestros sofás, porque eso de intervenir y movilizarse, además de cansado, te señala. Y claro, no vaya a ser que me quiten el PER, no me contrate mi alcalde o no me firme el ricachón de turno los jornales que me faltan.
Y con este panorama, Jaén seguirá siendo una piedra en el fondo de un pozo sin agua en medio del páramo.
Qué bonito queda en las tomas de posesión lo de: Andaluces, levantaos, pedid tierra y libertad. Sin inversiones no hay porvenir, sin éste, no habrá trabajo, sin jornal, la libertad quedará muy lejos.
Lo dudo, a los datos me remito, que molestos resultan tantas veces los jodidos datos. Año 2014, se paran las obras de pequeñas variantes ferroviarias, salida de Linares Baeza y tramo Las Infantas-Grañena.
¿Dónde estamos? En Jaén. ¿Cuál es la única provincia donde ni habrá Alta Velocidad, ni tampoco la más acorde, Velocidad Alta Ferroviaria? ¡Premio! ¡En Jaén! Autovía hacia Albacete, ¿cuando se acabará? Posiblemente, en nuestros límites, nunca. ¿Autovía del Olivar hacia tierras cordobesas? Si aún siendo encrucijada de caminos, estos son escasos y de mala calidad, imposible proyectarnos en el futuro.
Las infraestructuras viarias son imprescindibles como alternativas para el mañana. Y a todo esto surgen otros interrogantes: ¿Y nuestros políticos, los que deberían velar por los jaeneros, qué hacen? La mayoría de las veces, nada. Cuando gobiernan los mismos que en Madrid, obediencia debida, o sea silencio.
Los opositores mucho “bla, bla, bla” hasta que llegan al sillón y vuelta a la obediencia, si en Madrid están los suyos. Lejos de movilizar a los casi 700.000 jiennenses, la mayoría de las veces, sus tácticas van tendentes a apaciguar cualquier voz que clame contra la situación. ¿Y los ciudadanos qué hacemos? En primer lugar, aún sabiendo lo que hay, los votamos para que nada cambie en nuestro porvenir. En segundo lugar, acomodarnos en nuestros sofás, porque eso de intervenir y movilizarse, además de cansado, te señala. Y claro, no vaya a ser que me quiten el PER, no me contrate mi alcalde o no me firme el ricachón de turno los jornales que me faltan.
Y con este panorama, Jaén seguirá siendo una piedra en el fondo de un pozo sin agua en medio del páramo.
Qué bonito queda en las tomas de posesión lo de: Andaluces, levantaos, pedid tierra y libertad. Sin inversiones no hay porvenir, sin éste, no habrá trabajo, sin jornal, la libertad quedará muy lejos.